El consejero de Agricultura cuestiona las formas de Rafael Morales, que registró un escrito en el Cabildo advirtiendo de la posible incursión en un delito de prevaricación de llevarse a cabo la XVIII edición, suspensión por la que el consejero pide disculpas a los viticultores

Antonio Morales reprocha al presidente del Consejo Regulador que no solicitara por otra vía la paralización previa del Concurso de Vinos Artesanales

Después de que el Cabildo de Lanzarote haya sido obligado a suspender el XVIII concurso de cata de vino artesanal que estaba a apunto de empezar tras recibir una queja por carta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote, Antonio Morales, el consejero del Área de Agricultura en la Institución, ha pedido disculpas este lunes en Crónicas Radio-Cope Lanzarote a los viticultores afectados y ha criticado las formas empleadas por el presidente de esta entidad, Rafael Morales, del que dice no haber recibido ninguna llamada ni toque de atención antes de utilizar la vía oficial mediante un escrito registrado en la sede de la Corporación insular.

Antonio Morales ha afirmado en el programa 'A buena hora' que todavía no lo entiende, pero que decidió suspender este evento que lleva celebrándose 18 años "para cumplir con la normativa".

El consejero de Agricultura ha cuestionado las formas empleadas desde el Consejo Regulador, que registró un escrito en el Cabildo advirtiendo de la posible incursión en un delito de prevaricación de llevarse a cabo la nueva edición de este evento, con el que, asegura, nunca se había producido hasta ahora ningún tipo de queja del Consejo.

"Básicamente me sorprendió que no recibiera ninguna llamada sino que el Consejo registrara directamente un escrito en el Cabildo instándonos a suspender este concurso de vinos artesanales o caseros. Mi relación con el Consejo siempre ha sido muy buena y el Cabildo ha sido leal, trabajando bien con ellos de la mano y haciendo partícipe al Consejo de todas las acciones que se han llevado a cabo desde el Cabildo", ha explicado Morales.

"A mí la verdad es que esto me sorprendió bastante. No lo entendí y sigo sin entenderlo, tal y como se lo hice saber al presidente del Consejo Regulador", ha advertido.

El consejero reconoce, en cualquier caso, que "por lo demás, tienen razón en una cuestión, en que este tipo de eventos o actos no se deben hacer con alimentos que no tengan los registros sanitarios, por aquello de garantizar que se cumpla con la normativa", ha manifestado el consejero, visiblemente molesto todavía por las formas empleadas por el presidente del Consejo Regulador.

Ley de Registros y otras razones para paralizar el concurso

Morales ha aprovechado para pedir disculpas a los viticultores, porque dice ser consciente de que muchos no han entendido las razones de la paralización in extremis del nuevo concurso, pero explica que los servicios jurídicos del Cabildo le instaron a la suspensión tras la carta del Consejo que les advertía sobre la ilegalidad del acto y su posible prevaricación. "Los servicios jurídicos me instaron a suspenderlo porque el concurso no cumple con la Ley de Registros y me dicen que incluso podría incurrir en una prevaricación. No hemos querido arriesgarnos y le pedimos disculpas a los viticultores, que se han enfadado y no lo han entendido. Pero deben entender que como cargo público, cuando me ponen sobre la mesa un documento de este tipo y me asesoro con los servicios jurídicos, evidentemente no podíamos arriesgarnos ni seguir avanzando", ha advertido el consejero, que ha destacado que "no voy a hacer leña con esto ni he querido armar mucho lío, simplemente dar las explicaciones correspondientes".

El responsable del sector primario en el Cabildo ha señalado que "estando de acuerdo con el fondo, le explicamos al Consejo que no se ha cambiado este año nada porque se venía haciendo ya desde hacía 17 años, y con la participación siempre del propio Consejo Regulador".

Sin ánimo de represaliar al Consejo

Morales ha ilustrado la particularidad de la paralización de este concurso de vinos artesanales con el caso de las catas de vinos, licores o postres "que se celebran asiduamente en las fiestas populares". "Esto nos invita a reflexionar a todos. Hay que adaptar las cosas a la normativa, pero no entendemos por qué en los otros 17 años del concurso no ha pasado nada ni ha habido queja alguna, algo que deberá aclarar el presidente del Consejo Regulador", ha indicado, tras expresar dudas sobre las posibles presiones al Consejo de las grandes bodegas, tal y como han denunciado ya varios viticultores afectados.

Morales ha negado que vaya a tomar ninguna represalia tras lo sucedido pero ha advertido de que "estas cosas no ayudan en la magnífica relación que el Cabildo viene manteniendo con el Consejo Regulador".

El Consejo Regulador cuenta a día de hoy con unos 1.790 viticultores, 13 bodegas y una superficie de producción de 1.843 hectáreas.