El ADN de la madre de Romina confirma que el pulmón hallado en Costa Teguise pertenece a la joven desaparecida
El laboratorio de genética forense ha confirmado al Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife que el ADN hallado en el pulmón encontrado en la playa de las Cucharas de Costa Teguise el pasado 5 de enero coincide con el de la madre de Romina Celeste, la joven paraguaya desaparecida desde el pasado 31 de diciembre, con un margen de error infinitesimal.
Así lo ha ratificado oficialmente este jueves el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).
Tal y como ya adelantó este diario el pasado 26 de enero, se ratifica pues que los restos del pulmón eran de la joven. Fueron arrojados a un contenedor cercano al puesto de socorro en la playa, fueron recuperados el pasado 15 de enero por la Guardia Civil tras el aviso de los propios socorristas, que fueron conscientes de la posibilidad de que tuvieran algo que ver con la joven desaparecida cuando el caso saltó a la opinión pública.
Los socorristas alertaron a la Policía Local de Teguise tras encontrarse los restos flotando en la orilla, tirándolos a un contenedor de obra próximo a la zona de residencia de la víctima. Ahora, la confirmación genética de que corresponden a la paraguaya suponen un importante avance en la investigación.
La magistrada encargada de ese Juzgado ha asumido el caso en su condición de juez con competencias en delitos de violencia machista en Lanzarote, ya que considera que existen indicios de que Raúl D.C. mató a su esposa, en contra de lo que ha sostenido hasta ahora: que se la encontró muerta la noche de Año Nuevo al regresar a casa, que se puso nervioso y que se deshizo de su cadáver.
La conversación interceptada a Raúl Díaz
Raúl Díaz estaba sometido a vigilancia por la Guardia Civil desde el mismo momento en que acudió al cuartel a denunciar la desaparición de su esposa, con una semana de retraso.
Los investigadores interceptaron una conversación del sospechoso con un familiar en la que contaba cómo se había deshecho del cadáver de su mujer, cuando hasta ese momento había sostenido que no sabía qué le había pasado.
El detenido defendió entonces ante los agentes que no había matado a su mujer, pero reconoció que había intentado hacer desaparecer su cadáver, primero quemándolo en el jardín de su casa y luego arrojando sus restos al mar en diversos puntos de la costa.
Mientras el Juzgado realizaba esas diligencias, la Guardia Civil continuó con el registro de la vivienda del matrimonio en Costa Teguise, en busca de pruebas de cómo murió Romina Celeste.
Los agentes también han seguido recogiendo indicios del coche de alquiler que el detenido asegura que utilizó para desplazarse por la costa de Lanzarote para tirar los restos de su mujer al Atlántico.