Espías

Por Andrés Chaves

1.- Basados en datos del Pentágono, espías españoles actúan en Canarias y en el Magreb a la búsqueda de células de Al Qaeda. En verano del año pasado, el entonces secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates , y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, Peter Pace , presentaron un informe al entonces presidente Bush en el que también se aludía a Canarias -y desde luego a Argelia y Marruecos- como posibles teatros de operaciones terroristas. Inmediatamente, el CNI -antiguo Cesid español-, que había desmantelado algunas de sus precarias instalaciones en Canarias, reforzó la presencia de espías españoles en las islas. Un coronel de la Guardia Civil, experto en inteligencia y en lucha antiterrorista, se desplaza periódicamente al Archipiélago para coordinar los trabajos del servicio de espionaje español, en relación con supuestas actividades terroristas. Hasta la fecha, y que se sepa, no ha sido detectado nada importante en las islas, aunque sí en países como Marruecos, donde el fundamentalismo islámico está creciendo. El informe del Departamento de Defensa USA incluía los últimos videos atribuidos a Bin Laden y a su segundo, Ayman al Zawahiri , en los que se citaba igualmente a Al Andalus (Andalucía) como tierra en la que actuar, aunque los destinatarios principales de sus iras eran británicos y norteamericanos. Canarias, en realidad, siempre fue un nido de espías, desde la Primera Guerra Mundial. Entonces se acechaban unos a otros los británicos y los germanos, pero siempre les quedaba tiempo para echarse un café. Wolfgang Köeller , un científico alemán que estudió el comportamiento de los primates en la Casa Amarilla portuense, espió para Alemania, con mucho éxito. El telegrafista señor Friend espiaba para los británicos. Los cónsules de uno y otro país eran igualmente agentes del servicio de inteligencia respectivo. No extraña ahora que en Canarias pululen especialistas de las organizaciones de espionajes más poderosas: la CIA, el Mosad, el CESID, etcétera. Aquí hay cosas que contar. No lo duden.

2.- Cambio de tema. La obsesión que les ha entrado a los socialistas para que Soria se vaya a casa es brutal. Temen que se archive el caso del salmón y entonces no pueda tumbar nadie al jefe de los populares. Por otra parte, a Juan Fernando López Aguilar le han ofrecido un puesto ¡en la Comisión Europea! Pobre Comisión. Manolo Medina se cae de la lista europea, apeado por el propio Juanfer, que no quiere testigos molestos de sus andanzas en Bruselas. Y parece ser que Fernando Fernández se retira como eurodiputado por decisión propia. Ambos, Manolo y Fernando, cobrarán de Europa una sustanciosa prima de por vida, por los servicios prestados; y me parece muy bien. Esto de Europa es un chollo. Si yo fuera político me partiría el culo por estar en la Eurocámara o en lo que fuera. Ya verán a Juanfer y al perro paseando por aquella ciudad llena de túneles, haciendo cosas raras y creando zozobras. Es lo de él.

3.- Los ecologistas han paralizado, de momento, el puerto de Granadilla. Mejor que los ecologistas, los tribunales. Quienes han comprado terrenos en los alrededores, basándose en información privilegiada, se han puesto muy nerviosos. Esta isla es de cuatro listos, de los más listos. En esta isla se pueden hacer pocas cosas. ¿Un supuesto sebadal (yo pensé que se tendría que decir cebadal, de cebar, pero parece que no) va a parar un puerto? Lo peor de la historia del puerto de Granadilla es que ya no se sabe quiénes están a favor y quiénes en contra. Lo cierto es que la obra se paraliza, por orden judicial, aunque mi buen amigoPedro Rodríguez Zaragoza dice que la obra en tierra -que no afecta al dichoso sebadal- no es preciso detenerla. Como cada vez las sentencias de los tribunales son más ambiguas, son un sí pero no, no tengo ni idea de lo que se debe hacer. Supongo que los juristas interpretarán la pieza judicial (que ahora que lo digo tampoco sé si es sentencia o auto), la recurrirán y actuarán en consecuencia.