España cañí
Por Andrés Chaves
1.- Una madre ha sido condenada a prisión por dar un cachetón a su hijo rebelde. Los jueces no han tenido piedad y le han aplicado a rajatabla el Código Penal socialista. El niño era un pinta de mucho cuidado y la pobre señora estaba harta de sus trastadas, aunque quiere a su hijo con locura. Y en el Congreso se discute la nueva ley del aborto libre. Es decir, la manera más legal de eliminar el nacimiento de un nuevo ser. Para muchos, se trata de un asesinato despenalizado. Para otros, de un acto de eliminación de un ser sin alma. Todos dejan a la madre que decida. La madre que tome la decisión de abortar sin motivo alguno, tan sólo porque no quiere que nazca su hijo, no tendrá castigo. La que propine un cachetón a un niño ruin, a la cárcel. La verdad, visto así parece una salvajada. Tengo que decir que yo soy partidario del aborto en ciertos y determinados casos, así que no me pongan etiquetas que no merezco y que detesto. Para los socialistas, todos los que se oponen a sus proyectos, principios y deseos son unos carcas. Yo creo en el debate, en el cruce de opiniones, en la libre exposición de los pensamientos; y también respeto los razonamientos de los demás.
2.- Pero esta es la España cañí, la España de los extremos, los bandazos y las contradicciones. La España de las decisiones locas y de los desvaríos políticos. Se legisla a dentelladas, en medio de un combate de tiburones sentados en bancadas de caoba en unas peceras que llaman Congreso y Senado. Ahora andan los contendientes buscando corruptelas, a ver a quién meten en el talego para librarse del rival político, mientras el presidente del Gobierno -que cada día anda más errático- grita en los mítines que dejen trabajar a los jueces y a los fiscales, que parecen hacerlo casi siempre a favor de él. Es el mismo presidente incapaz de cesar a ministros tan trastornados como la de Fomento, la tal Maleni . Menos mal que el ex de Justicia, el famoso cazador furtivo Bermejo , que paga trofeos conseguidos por otros con billetitos de 500 euros, ha dimitido.
3.- Aún así, este pueblo es tan masoquista que a los sociatas les dan bien las encuestas en Euskadi y no les resultan muy mal en Galicia, con lo que concluyo que o la oposición es muy torpe o este país es idiota del todo. No crean que el acceso de Bermejo al Gobierno fue un tema casual. Quería un justiciero. Lo han quemado, pero ha empapelado y quizá metido en el talego a la oposición, después de organizarle un tremendo juicio paralelo en la comisaría socialista de El País. Este país se parece cada día más a la Rusia de Stalin , pero ustedes concluirán conmigo de que todo se resume en dos palabras: España cañí. achaves@radioranilla.com