El terno
Por Andrés Chaves
1.- El país entero está pendiente de si Francisco Camps , presidente valenciano, pagó o no pagó dos trajes, que, además -teniendo en cuenta los que les he visto puestos- deben de ser horrorosos. España se enmierda en la crisis económica, pero los socialistas agitan los ternos de Camps como si fueran la bandera del orgullo gay, mientras que no le dan importancia al nepotismo de Chaves en Andalucía en favor de su hija. Camps tiene que dimitir por dos trajes regalados (al parecer a cambio de nada) y Chaves no tiene que irse a casa por favorecer a su hija en un concurso millonario. Vale. Esa es la vara de medir de este país. Zapatero , mientras tanto, se fue a la pasada reunión del G-20 (¿es G-20 o ya le han cambiado el nombre, como hacen a cada rato?), invitado por Italia, a participar en un debate sobre alimentos. Qué vergüenza. No le consultan sino sobre la calidad de lo que vamos a comer. Como no sabe idiomas, es patético verlo vagar por aquellos pasillos con la sonrisa bobalicona y mirando al infinito a ver si encuentra a Obama y éste le dedica una sonrisa. Yo para eso no voy.
2.- Nunca hubo tal curso de corte y confección colectivo en este país. Que un sastre ocupe la portada de los principales diarios, que luego se demuestre que no es sastre sino vendedor de trajes y que se quieran tumbar a un presidente que le da cueradas electorales al PSOE porque está en duda si pagó o no pagó dos ternos horrorosos me parece patético. Y es que hasta la sensata vicepresidenta del Gobierno ha caído en el debate y opina sobre la vestimenta de Camps con una autoridad que da gusto. País de locos esta España.
3.- El PSOE es especialista en agitar la vida por nimiedades y en ignorar lo gordo. Ahí tienen los ríos de tinta que produjo el caso salmón de Soria para terminar archivado. Lo de los ternos será igual. Lo de Chaves no sé. Ha caído Bermejo por una cacería; Garzón puede ser derribado por otra tontería: querer resucitar a Franco ; el director del Cesid, que ya no es Cesid sino CNI, se fue a casa por culpa de un pez espada; y Camps puede ser defenestrado por vestir... gratis. Pero, coño, ¿qué nos pasa, qué le pasa a este país, que no llega a fin de mes y que se mueve por tanta pollabobada? Eso que llaman política ha llegado a tal extremo de inconsistencia que mejor sería que se retiraran todos y pusieran en el Gobierno a media docena de porrientos, que lo harían mejor que los que están. Y es lo que yo digo siempre: nos olvidamos con frecuencia de que este es el país de Rinconete y Cortadillo .
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