El pisito

Por Andrés Chaves

1.- A Bono le salen ahora los pisos por todos lados. No dudo que a Bono, presidente del Congreso y frustrado adalid de la transparencia, lo van a nombrar casero de España. Bono deberá explicarse, porque tanto piso y tanto hipódromo tendrán un origen. Aquí, donde somos tan aficionados a perseguir las fuentes de las fortunas, aprovechemos la oportunidad. Bono no sólo debe ser honrado, sino parecerlo, porque imaginen que todo un presidente de la Cámara Baja no trasluzca honradez, aunque la posea. Un desastre. Bono, que me parece que es hijo de guardia civil, tiene que pelearse diariamente con la transparencia de los demás, imagínense ustedes cómo debería ser él mismo de traslúcido. Lo máximo. Pero no lo es. Se cuestiona su crecimiento patrimonial, tan rápido y tan grande, así que lo mejor que puede hacer Pepe Bono es dar explicaciones. Porque los sociatas se pasan el día pidiendo honradez a los demás, pero cuando uno de los suyos pincha, se arrugan. Esto le ha pasado a la iletrada Leire Pajín, que, incluso, le dio una patada a la gramática hablando de que no sé quiénes se habían "contradecido" (y no contradicho) al hablar de lo de Bono. Qué desastre. No sólo mienten sino que tampoco saben hablar.

2.- "El pisito" era el título de una película de Marco Ferreri e Isidoro Ferry , con guión de Rafael Azcona , estrenada en 1959. Aquella era la España negra, pero esta también lo es. Más negra que nunca. Y no porque haya sido alcanzada de lleno por las cenizas islandesas, sino porque los partidos se enfrascan en averiguar las corrupciones ajenas, ignorando en tantas ocasiones las propias. La actividad política en España se reduce ahora a que unos y otros mienten (unos más que otros, esta es la verdad) e investigan las chorizadas ajenas, transmitiendo a los ciudadanos que existe una corrupción generalizada en el país, lo cual es rotundamente falso. Porque pocos de los presuntos chorizos acaban entre rejas cuando se celebran los juicios. ¿O me lo van a negar?

3.- La España negra está otra vez aquí, en todo su esplendor. Lo de Bono es un exponente de la "clase" de políticos que tenemos. No es Bono santo de la devoción de Zapatero , eso ya se sabe; incluso se le atribuye algún soplo sobre asuntillos de su presidente a algunos medios de comunicación. Traidorzuelos hay en todas partes. Bono, eso sí, debe contar, digo yo, a la opinión pública el origen de su cuantioso patrimonio, no declarado en el Congreso como es preceptivo. Lo demás es leche de machanga; así que a los sociatas hay que hacerles caso lo justo, porque, como los camellos, ninguno se ve su propia joroba.

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