¿A dónde va Coalición Canaria?

Por Andrés Chaves

1.- No hace mucho, en contra incluso de la opinión de personas clave en Coalición Canaria como Miguel Zerolo , tanto Ana Oramas como Ricardo Melchior manifestaron públicamente que en este partido, o mejor, coalición de partidos nacionalistas, no cabía nadie que promulgara o aceptara el independentismo y la soberanía. Semejante majadería me anima a hacer algunas consideraciones en torno al futuro de esta opción política, que nació ni más ni menos que como una asociación de vecinos -¿qué fue, si no, la primera ATI?- y que luego derrotó hacia un grupo nacionalista que ha logrado permanecer en el poder casi un cuarto de siglo. Coalición Canaria se encuentra destrozada por el mismo monstruo que creó: un monstruo sin doctrina, sin ideología definida, un monstruo de muchas patas y con muchas uñas entre las cuales ondea con demasiada frecuencia la bandera de España. Si los canarios no somos capaces de asumir nuestra distancia, nuestra idiosincrasia, nuestra diversidad y nuestra historia -cuyos gritos fueron acallados tantas veces desde nuestra infancia- seguiremos siendo ciudadanos de tercera. Porque está visto que en este país, para que le hagan caso a uno, ha de armar mucho follón y lucir con tremendo orgullo los gallardetes autonómicos: la senyera, la ikurriña y toda esa suerte de trapos de colores que engloban los más diversos sentimientos separatistas.

2.-¿A dónde va, a qué aspira Coalición Canaria? No es un secreto que Paulino Rivero no tiene controlado un partido muy difícil de conducir porque está dividido en siete partes. Unir a los canarios es una tarea de titanes. El ridículo que van a hacer en las elecciones europeas va a ser terrible, a pesar de las alianzas perpetradas. El partido no posee estructura, ni financiación seria. Subsiste a trompicones y muchos de sus altos cargos y militantes de base sólo se acuerdan de que existe cuando faltan tres o cuatro meses para los comicios, cualquiera que sean.

3.-Y lo peor es que Coalición continúa malviviendo sin ideología. Tiene sin trabajo a un hombre que podía aportarla, y que ya lo ha hecho en alguna ocasión, como Juan Manuel García Ramos . Los mejores valores de Coalición Canaria se encuentran en una especie de limbo, sin participar en la gestión del partido. Hay cansancio en algunos gobernantes nacionalistas, pero no se les encuentra reemplazo. La doctrina "externa", la que trasciende a los medios, no se unifica y se tiran puyas unos a otros sin solución de continuidad. No se ha elaborado un estatuto para los ex presidentes, que vagan en el nada que hacer. Y tampoco se dice claramente dónde está Coalición: si en la autonomía descafeinada, el independentismo, el soberanismo, el estado libre asociado o si alguna vez quieren alcanzar cotas de independencia tocándole las pelotas al Gobierno de Madrid, sea el que sea. Nadie se define, nadie dice nada. Coalición sigue instalada en su cirro cúmulo, sin nada que rascar y sin una idea de futuro. O al menos yo no la veo. ¿A dónde va? ¿Qué espera de la vida?

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