Crónica de estos días

1.- Me da tristeza que una persona de la categoría personal y empresarial de Lorenzo Hernández Morales aparezca en la prensa a causa de un problema derivado de la crisis. El propietario del establecimiento turístico "Palmeras Playa", que tiene 90 años y jamás ha eludido sus compromisos personales y profesionales, ya ha pagado a sus empleados. La postura sindical fue muy dura, tras una temporal falta de liquidez de la empresa. Comprendo a los trabajadores. Pero no es cierto que con el dinero del "Palmeras" se construyera el geriátrico en el hotel "Delfín" de Bajamar, de la misma propiedad. Cumplo con el deseo de Mila , la hija de Lorenzo, de reivindicar públicamente la figura de su padre, un empresario modelo que en 90 años se ha dejado la piel por mucha gente. La crisis no perdona a nadie, ni siquiera a los que se han pasado la vida trabajando con honradez, creando empleo y haciendo bien las cosas. Lorenzo ha tenido que vender propiedades para hacer frente a los malos tiempos. Ya los trabajadores han cobrado, ahora toca hacer justicia a su figura, por otra parte señera en el mundo del turismo. Un abrazo, amigo, y a no perder el ánimo que ha caracterizado siempre tu carácter. Porque mereces el respeto y la consideración de todo el mundo del turismo y del mundo laboral también. Y mía.

2.- Noche en blanco en La Laguna. Mucha gente y poca bolsa de compras. Quienes se pusieron las botas fueron los dueños de los bares. Me apetecía hacer una crónica ligera y fui para arriba. Pero me vine sin la crónica porque aquello fue una repetición de la noche anterior. La cosa duró hasta las dos de la madrugada, más o menos, hora en que empezó a retirarse la gente. Había que hacer una enorme cola para comer una papa con ensalada o un perrito caliente. Los bares estaban desbordados. Alguna gente conocida, no demasiada, y mucha aglomeración. Naturalmente, no había dónde aparcar y eso que en La Laguna se han construido en los últimos tiempos muchas plazas para estacionar vehículos.

3.- Especialmente activa estaba la tasca "El Obispado". Si hago la crónica social nombraré a Juan-Manuel García Ramos , a Flavia Cólogan , a Pedro Suárez , a Leopoldo Zárate , a Pablo Matos , a Ana Plasencia , a Mila Hernández, a Mercedes Marrero . Israel , el mesonero de moda lagunero, desplegó todos sus encantos gastronómicos en esa tasca y a todos atendió perfectamente. Al final de la noche había perdido la noción del tiempo. Agotado. Preciosa la casa Albar, del arquitecto Alberto González . Iniciativas como esta prestigian la ciudad. Una maravilla.

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