Asier y eso

1.- A Asier se le fue su asesor y jefe de prensa Bernardo Sagastume, parece que porque no podía ver ni en pinta ni al propio Asier, ni a Australia, que es la antípoda de la coherencia. Y ha fichado para sustituirlo a César Toledo, un periodista que secuestra a su patrocinado, por lo general, lo abduce, y que lo era todo para Cristina y ahora los será todo para Asier, mientras dure. Yo a Asier ni le he dado ni me ha dado, o sea que puedo escribir con toda libertad sobre el personaje, politólogo palmero, puesto ahí por Soria y ahora mal con Soria. Pero tampoco quiero cargar las tintas, porque ya saben ustedes que uno, a estad edad provecta, ha dejado la trinchera y hace periodismo lírico, que es una forma digna de haberse retirado –salido huyendo– del lugar donde caen las bombas de racimo. Pero si miramos las encuestas –sobre todo una de Ciudadanos, que tiene el partido bien guardada— parece que el PP no se come una rosca en Canarias tampoco y que si sacara nueve diputados regionales sería como el milagro de Lourdes, o de por ahí. Así que preocupado me tiene Asier, que ya provocó que Cristina tenga ganas de mudarse a CC, la huida de Sagastume y otras desapariciones, como las de los Hernández Bento, a los que ya nadie les hace caso, ni tampoco tienen a Soria detrás. Qué ingrata es la política, ellos tuvieron el glamour en sus bolsillos y los Reyes Magos les trajeron después carbón, como a los niños malos. Y el glamour se les fue a hacer puñetas. Yo, como nunca he tenido glamour, no lo echo de menos, ni tampoco el periodismo aguerrido de otro tiempo, cuando uno era el enfant terrible de la profesión y quería dar el matarile a todos los tópicos que la sustentan. Para mí se acabaron las Termópilas, que dejo ahora para la muchachada enferma de ardor guerrero.

2.- Es por eso por lo que he limitado mis colaboraciones en este periódico, al que le ha dado por la crónica y no por la noticia, cosa que celebro enormemente. El único futuro de la prensa está en la crónica porque la noticia es para la televisión y para la radio, que llegan ya al mismo tiempo—y parece mentira–, como ocurre en Estados Unidos, pero desde hace medio siglo. En España esa simultaneidad comienza en estos tiempos, cuando ya las mismas cámaras enlazan con el estudio por el internet –me gusta más llamarlo así que la internet–. Yo prefiero ahora la crónica a la noticia y este diario on line se ha especializado en el relato actual y retrospectivo. Los dos venden. El actual, por lo obvio, y el otro porque la nostalgia posee un enorme valor, sobre todo para la gente de mi edad, que sólo sobrevive gracias a la poca o mucha gloria del pasado.

3.- Comencé hablándoles de Asier y Cía. Hoy vienen Rajoy y Cospedal a inaugurar Granadilla, que es un puerto sin naves, un puerto desangelado y frío, pero que será puerto. Vamos a ver qué hacen con Ricardo Melchior, que ha plantado cara a todo el mundo, al que acusan de todo y al que su propio partido se quiere cargar de la presidencia de la Autoridad Portuaria tinerfeña. Yo no me meto en eso y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. Al fin y al cabo prometí, y he cumplido, que no lo llamaría nunca más Papá Noel. Quizá por las glorias del pasado los suyos quieren nombrarlo presidente de la Autoridad portuaria del Polo Norte. Ay.

Es una publicación de El Diario de Tenerife.com