Al Uruguay, guay

1.- Dicen que vieron el miércoles a PaulinoRivero en la calle, entrando en el Parque Bulevar de Santa Cruz, a inaugurar una exposición de trajes del carnaval. Milagro de los dioses o no sé qué. Paulino Rivero en la calle, en contacto con el vulgo, imposible. Hacía meses que no se le veía sino en Marruecos o en Uruguay; en Marruecos, con séquito; en Uruguay, con su secretaria y con algunos más, porque a Uruguay hay que ir con secretaria; si no, no vale. Y gastarse 27.000 euros, porque se viaja en primera clase, se va a hoteles de cinco estrellas, a buscar negocio para los canarios. Miren, no sean caraduras y váyanse por ahí. Estamos todos tan locos que el jefe de protocolo del Gobierno de Canarias se gasta 820 euros en dos noches de hotel en Madrid. Pero ¿qué nos está pasando, señores? ¿Es que esto no va a tener fin? No se dan cuenta de que tenemos que llevar una contabilidad de guerra porque estamos arruinados. Va a cerrar el comedor del padre Laraña , donde cientos de angelitos comen de vez en cuando, cuando hay, porque pasan hambre en sus casas. Y Paulino y su secretaria se gastan 27.000 euros en un viaje a Uruguay; y el jefe de Protocolo 820 euros en dos noches de hotel en Madrid. ¿Saben cuántos niños comerían todos los días del mes con ese dinero?

2.- Es que se ha perdido todo. Se han perdido los principios y hasta el sentido de la caridad. Miles de familias que pasan hambre leen esto en los periódicos y sus acobardados estómagos se encogen. Nadie es capaz de reaccionar porque este es un pueblo sometido por las armas; y esa sensación no se ha perdido, tantos siglos después. Y ahora llega este virrey de El Sauzal a gastarse lo que le da la gana en viajes estériles; viajes que no sirven para nada. Porque ya me dirán qué negocios se trajeron Paulino y su secretaria de Uruguay. Que lo digan. Y ya me contarán qué van a hacer a Marruecos cuando donde tenían que estar es aquí, intentando hacer la vida más fácil a los canarios.

3.- Esto es un desastre moral. Siguen viviendo como ricos con nuestro dinero. Para viajar a Uruguay y a Marruecos suben el IGIC, crean un nuevo impuesto a las grandes superficies, gravan las sucesiones y próximamente subirán los precios de los combustibles. No han conocido jamás la vergüenza, yo me niego a saludarlos, me dan asco, creo que no merecen a este pueblo. Que se vayan, coño, y que vengan otros más honrados y más celosos de emplear bien el dinero público. Que se vayan y que vean lo dura que está la calle, lejos de los coches oficiales, de los helicópteros, de las palmaditas en la espalda y de los viajes a Uruguay.

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