A lo mejor, pasado mañana

1.- A lo mejor pasado mañana les cuento quién iba con Tomás Mesa, alcalde -todavía- del PP en San Juan de la Rambla, quien, cargado como un chuzo, fue detectado por los guindillas de Santa Cruz, sometido a la prueba de alcoholemia, acusado por el fiscal y puesto a disposición del juez, que le juzgará severamente si no pacta una condena más leve con la fiscalía, reconociendo los hechos. Pero a la telenovela por entregas (porque, si no, tampoco sería telenovela) "El pedo soberano de Mesa" se une ahora un nuevo hecho curioso: que al parecer iba alguien con él muy conocido, o que muy conocida era una de las tres personas que resultaron heridas leves a consecuencia del sofocón etílico del edil. A lo mejor pasado mañana, si me entero bien, lo cuento porque me ha llamado un amigo para darme la noticia, aunque sin ofrecerme el nombre del famoso. Yo les prometo a ustedes de que, si me entero, pasado mañana -mañana no hay edición de EL DIA- lo cuento con pelos y señales.

2.- Últimamente a la gente del PP le da por empinar el codo. La edil de este partido en Alcorcón, Pilar Araque , dio 0,70 miligramos de alcohol por kilo de aire expirado, tras atropellar a una viejita que pasaba por allí y causarle heridas graves, creo que en Nochebuena. Oiga, se tienen que cuidar más los ediles. Blanca Pérez , concejal lagunera de Coalición Canaria, fue trincada hace meses en dirección prohibida, con alitois etílica, 0,81 de tasa de alcoholemia y con síntomas de estar muy contenta, porque al ver a los agentes se echó a correr. Al no haber heridos en su lance particular pudo pactar con el fiscal la retirada del carné y una multa. Pero, coño, ¿por qué beben si conducen? ¡Que llamen a Steve Wonder !

3.- Yo comprendo que estas fiestas son proclives a desenfreno, al fornicio y a la bebida, a la exaltación de la amistad y a las piruetas con el coche, pero no están los tiempos para excesos. Porque los guindillas y los agentes de la Meretérita ya no son como antes. Ahora tienen unos sopladores inteligentes, que te detectan hasta la marca del morapio ingerido: "Oiga, usted tiene 0,65 de JB de 18 años". Y se quedan tan panchos. A mí me pararon una vez, en La Laguna, y di menos del tope permitido, así que me fui tan contento, con la felicitación del agente. Descubriré quién iba con Mesa. De esto pueden ustedes estar seguros.

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