La UD Lanzarote vuelve a desinflarse contra un rival directo por la permanencia
La UD Lanzarote volvió a ofrecer su peor cara a domicilio y cosechó este domingo una nueva derrota fuera de la Isla, en esta ocasión frente al Villanovense (4-1), un rival directo en la lucha por la permanencia en la Segunda División B.
La goleada en contra certifica los problemas y la mala racha de juego y resultados ofrecidos hasta el último momento por el equipo de Carmelo Hernández, que va a sufrir y mucho para quedarse en la categoría.
Con este práctico triunfo del Villanovense, sin sin brillantez, el equipo que ayer era local empata a 38 puntos con el Cacereño, Tenerife B y Racing B y pone la zona de abajo al rojo vivo.
El partido comenzó algo aburrido, quizás por lo mucho que se jugaban ambos equipos y por las precauciones que tomaron tanto uno como otro.
Sin embargo, poco a poco los locales se fueron soltando, cuando Jorge Herrero y Gálvez y Juanjo arriba, empezaron a ganar terreno en el medio del campo y comenzaron a abastecer de balones al cuarteto atacante. El tridente formado por Troteiro, Moraga y Anxo y su movilidad endiablada empezaron a descolocar a la zaga clanzaroteña.
En el minuto 8 llegó la primera triangulación con peligro, con recuperación de Jorge Herrero en el centro, apertura a Juanjo, que se la puso a Anxo. Sin embargo, el gallego se entretuvo demasiado.
Minutos más tarde era Jonathan Torres el que cabeceaba al larguero un buen servicio del lateral izquierdo del Lanzarote. Los serones resoplaron tranquillos cuando vieron al colegiado con la mano levantada y marcando el fuera de juego del delantero canario.
Y de un cabezazo inútil a uno vital. El que se marcó Manu Cabezas a la salida de un córner botado por Troteiro y que se volvía inalcanzable para el portero Vílches, abriendo de esta forma el marcador (1-0).
Y en plena euforia local llegó el segundo, con el que el 'pichichi' Juanjo empezó su fiesta particular. En este caso, era el central Faruk el que derribaba al delantero de Calamonte. El penalti pitado a favor del Villanovense era transformado por el propio Juanjo (2-0), a pesar de que el cancerbero Vílches la llegó a tocar.
El segundo tanto pareció dejar tocado al conjunto visitante, sin embargo en un toque de fortuna el Lanzarote volvió a meterse en el partido. Primero fue Juachi el que dio el primer aviso con un disparo desde la izquierda que salía por encima de Fuentes, mientras que en el minuto 24 era Rubén Rodríguez el que ejecutaba una falta situada unos diez metros por delante de la línea del medio del campo, y que se tragó Fuentes (2-1). Quizás, el hecho de que nadie la tocara en la maraña humana, descolocó al portero.
Precisamente, con el gol, el Lanzarote pareció coger algo de aire, sin embargo primero Jorge, con un trallazo desde fuera del área al que respondió con un paradón Vílches, y luego Juanjo sólo a la salida de un córner perdonaron el tercero. Precisamente, en la contra siguiente a la ocasión de Juanjo, el Lanzarote tuvo el empate a merced, sin embargo la cabalgada de Rubén Rodríguez, platándose sólo ante Fuentes, la resolvía el lanzaroteño cruzando demaisado ante el portero.
Esa ocasión dio confianza a los canarios, que por momentos creyeron en la remontada. Sin embargo, el 'matador' Juanjo estuvo en el momento idóneo, justo a tres minutos del descanso, para cortar de raíz las esperanzas canarios. En esta ocasión, aprovechó un saque en largo de Fuentes, ganó en su lucha con los centrales y tras driblar a Vílches, marcaba el 3-1 a placer. Un marcador alentador, que llevó la tranquilidad a la caseta local y el desasosiego en la visitante.
Y por si acaso le quedaba algún resquicio de esperanza al Lanzarote, Juanjo la disipó a los cinco minutos de la reanudación, cuando Juanjo controló perfectamente un pase de tiralíneas de Moraga, y fusilaba dentro del área a Vílches (4-1).
Con el cuarto, el partido bajo en intensidad, tanto por uno como por otro bando, aunque sirvió para que Jorge Herrero, en el medio del campo, y Cobos, como 'mariscal' de la zaga, confirmaran su excepcional partido. Asimismo, Jaime Molina realizó los cambios necesarios para tratar de resguardar a sus jugadores, tanto a los sancionados, como Gálvez y Anxo, como a los tocados, como Manu Cabezas, que se fue cojeando propiciando la reaparición de Juan Carlos.
En las postrimerías, Troteiro tuvo el quinto, pero Vílches salvó la 'manita'.