“Este lunes quedará resuelto el asunto de mi candidatura a la Alcaldía de Las Palmas”
“Lo nuevo siempre es mucho más atractivo, y lo nuevo para mí es que mis compañeros me propongan como candidato a la Alcaldía de Las Palmas y no a la Presidencia del Gobierno”
“Hay que ser conscientes de que estamos hablando de la capital más poblada de Canarias, lo que debe obligarnos a ejercer un poco como guía y como ejemplo, dar los primeros pasos hacia la modernidad”
“A mí nadie me puede echar en cara la paralización del proyecto del istmo de Santa Catalina. Siempre he defendido ese proyecto ateniéndose a las normas, pero el PP decidió en Gran Canaria que las leyes no les importan nada y prefirieron ir a Bruselas a hacer el ridículo”
Aunque deja pendiente la decisión para el próximo lunes, lo cierto es que en el siguiente diálogo mantenido en Lanzarote Radio por dos viejos amigos, uno decano de la prensa insular, Agustín Acosta, y otro dos veces ministro y ex presidente del Gobierno canario, Jerónimo Saavedra, se deja bien claro qué es lo que va a pasar. El presidente de los socialistas canarios finalmente ha aceptado como buena la idea de concurrir a las elecciones locales como aspirante a la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, ciudad de la que es Hijo Predilecto. Además, asegura que tiene una buena amistad con quien va a ser en teoría su máxima rival, Josefa Luzardo, la actual alcaldesa, quien espera que no se deje llevar por ningún “desmadre verbal” al más puro estilo de su presidente, José Manuel Soria, o de políticos del PP canario como Larry Álvarez.
-¿Cómo anda con tanta agitación y tanta noticia?
-Según se mire.
-¿Según se mire qué?
-Según se mire una cosa u otra.
-Bueno, al grano, ¿qué hay de cierto en eso que es ya más que un rumor que finalmente se va a presentar como candidato a la Alcaldía de Las Palmas?
-Este lunes quedará resuelto el asunto de mi candidatura a la Alcaldía de Las Palmas, se tomarán las decisiones que se tienen que tomar si todo transcurre bien, y parece que todo transcurre bien.
-La verdad es que yo me alegro en el alma...
-Muchas gracias.
-Me alegro y eso que como periodista yo apostaba por verle como candidato a la Presidencia del Gobierno canario. Ahora, pensando las cosas bien, viendo su trayectoria, lo cierto es que lo último que le faltaba es ser alcalde de una ciudad tan importante en España, ¿no?
-Pues sí, a eso debemos aspirar, porque no hay que olvidar que Las Palmas no sólo es la octava ciudad española más importante sino que es la ciudad en la que he nacido, la ciudad a la que llevo en el alma. Uno se encariña con las paredes, con las aceras, con las piedras, hasta con los semáforos. Eso hace que uno al final tenga nostalgia, tenga síntesis del recuerdo y recupere el amor de la ciudad en la que nació.
-¿A ti no te nombraron Hijo Predilecto?
-Sí, hace ya seis años.
-Por eso decía, que me parece el justo reconocimiento a una trayectoria política impresionante, siempre y cuando se gane en las urnas. Ahora me acuerdo de que estoy en el mismo sitio donde estaba en la Transición contigo, con Juan Rodríguez Doreste y con Luis Fajardo después de que el demócrata señor Medina les prohibiera dar una conferencia en El Mercantil...
-Qué recuerdos, Agustín.
-Sí, me costó una multa de 250.000 pesetas de entonces que después por suerte no tuve que pagar. Sinceramente, ¿qué le hacía más ilusión, que sus compañeros le propusieran como candidato a la Presidencia del Gobierno o como candidato a la Alcaldía de Las Palmas?
-Lo nuevo siempre es mucho más atractivo, y lo nuevo para mí es que mis compañeros me propongan como candidato a la Alcaldía de Las Palmas y no a la Presidencia del Gobierno. En un momento como el que está viviendo Canarias me apetece llegar a la Alcaldía, porque veo a la gente desmoralizada y viendo cómo se ha perdido el rumbo. Hay que ser conscientes de que estamos hablando de la capital más poblada de Canarias, lo que debe obligarnos a ejercer un poco como guía y como ejemplo, dar los primeros pasos hacia la modernidad. Las Palmas ha perdido todo eso, y ahora la gente está desorientada, viviendo prácticamente de la rutina. Hace falta ánimo, empuje, ilusión y que la gente lo perciba.
-También te van a echar en cara que fue el PSOE el que tumbó un tema tan importante para la ciudad como fue el del istmo de Santa Catalina.
-No, a mí nadie me puede echar en cara la paralización del proyecto del istmo de Santa Catalina. Siempre he defendido ese proyecto ateniéndose a las normas, pero el PP decidió en Gran Canaria que las leyes no les importan nada y prefirieron ir a Bruselas a hacer el ridículo. No se lo tomaron en serio, cuando llegaron incluso a advertir de que no se iba a volver a dar subvenciones. La única razón por la que se paralizó todo aquello fue para hacer las cosas como se tienen que hacer. El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria ya ha dejado claro que el istmo se sacará a concurso, haciendo las cosas como se tienen que hacer, y si los que fueron premiados por el jurado del PP que se organizó se quieren presentar, que se presenten, y si no, que no se presenten. Lo que no se puede es elegir a la gente a dedo. Eso no quiere decir que yo no quiera el istmo, al contrario. No quiero que siga la situación cochambrosa que vemos en los muelles. Nos merecemos lo que tienen otras muchas ciudades, como ocurre en Santa Cruz con todo lo que hicieron.
-Días atrás entrevisté también a Lorenzo Olarte, y lo cierto es que me dijo, siendo adversario político, que se alegraba mucho de que se presentara a la Alcaldía de Las Palmas.
-Yo también me alegro de que él esté en política, porque coincido mucho con Lorenzo Olarte en actos y tertulias, y puedo asegurar que está como un pibe. Y eso que no se cuida, porque tiene diabetes y está fastidiado, pero tiene una energía y una vitalidad envidiable.
-¿Cree que la vuelta de pesos pesados significa que la gente se ha dado cuenta de que no hay que mirar el carnet de identidad de la gente cuando se hacen las listas, que hay que valorar también la experiencia y la inteligencia de muchos a los que se quiere retirar?
-Estoy totalmente de acuerdo con eso, pero también creo que hay que tener confianza en la gente joven, porque el hecho de que uno vaya con setenta no sepa que hay que dar paso a los nuevos profesionales que están formados en nuestras universidades y que tienen un enfoque distinto al nuestro. Esa es la auténtica renovación.
-¿No va a ser Pepa Luzardo una difícil rival para batir?
-Es una magnífica persona, y tengo una gran amistad con ella. No creo que se resienta porque nos enfrentemos en una campaña electoral. No tengo ningún problema con ella. Es lo legítimo, siempre que haya corrección y no haya desmadres verbales, la cosa irá bien.