“Entiendo perfectamente que el nombramiento de Carlos Espino levante alguna polémica en Lanzarote, es normal. Su figura política ha sido siempre muy controvertida y muy discutida”
“La pluralidad en el trato de los políticos a los medios de comunicación y de los medios de comunicación a los políticos es algo de lo que no se debe hablar, es algo que hay que poner en práctica. Yo estoy seguro de que Carlos Espino va a poner en marcha todo lo que tiene que ver con los mecanismos que activan esa pluralidad”
“No sabe nadie si va a haber o no nuevas elecciones generales después del verano. Creo que no sería bueno que hubiera otras elecciones porque sería la evidencia de que se ha fracasado, de que no se ha sabido negociar”
Lejos de huir de la cuestión, el actual senador por Lanzarote, Manuel Fajardo Palarea, entró sin problema este viernes a analizar lo que supone para la Isla y para su partido el nombramiento de su antiguo compañero Carlos Espino como jefe de Gabinete de Presidencia del Cabildo. Según explicó en el programa "A buena hora" de Crónicas Radio, entiende perfectamente que un personaje tan controvertido genere controversia en una sociedad en la que tiene algunos defensores y muchos detractores. A pesar de entenderlo, considera que el Carlos Espino actual no es el Carlos Espino del pasado, algo que achaca al lógico paso del tiempo y a la edad. Además, habla en la siguiente entrevista de la situación política de Lanzarote y del Archipiélago y del papelón que va a pasar su amigo José Miguel Barragán una vez que su partido, Coalición Canaria (CC), está sufriendo el peor momento de su historia.
-Usted mandó mucho en el PSOE en su tiempo pero ahora no. ¿O sí manda?
-(Se ríe) Ahora no mando nada.
-¿Y cómo se está mejor, mandando o sin mandar?
-Son dos posiciones distintas que uno tiene que asumir con naturalidad. Cuando uno pierde la responsabilidad orgánica lo tiene que hacer con naturalidad, sin traumas. Yo me marché voluntariamente porque entendí que dos mandatos eran suficientes como secretario general. Desde luego, no me causó ningún problema, al contrario. Fue un orgullo que los compañeros depositaran la confianza en mí hasta 2008 y cuando lo dejé lo dejé con el mismo orgullo y con total normalidad.
-Este jueves se generó mucha polémica cuando se supo que su compañera Dolores Corujo había nombrado jefe de Gabinete de la Presidencia a Carlos Espino. ¿Usted entiende que este nombramiento genere algún tipo de polémica o no lo entiende?
-Entiendo perfectamente que el nombramiento de Carlos Espino levante alguna polémica en Lanzarote, es normal. Su figura política ha sido siempre muy controvertida y muy discutida. Pero hay que tomarse la polémica con absoluta naturalidad. Reúne el perfil que la compañera Loli quiere para dirigir su Gabinete, y el punto y final habría que ponerlo ahí. Después serán las personas con las que se relacione, el administrado e incluso los medios de comunicación, porque su papel tendrá mucho que ver con eso, los que juzgarán el tipo de trabajo que desempeña.
-Por decirlo suavemente, y usted lo ha vivido, se puede afirmar que su relación con los medios de comunicación es bastante particular, lo de la crítica y lo de la pluralidad informativa como que no lo ha llevado demasiado bien…
-La pluralidad en el trato de los políticos a los medios de comunicación y de los medios de comunicación a los políticos es algo de lo que no se debe hablar, es algo que hay que poner en práctica. Yo estoy seguro de que Carlos Espino va a poner en marcha todo lo que tiene que ver con los mecanismos que activan esa pluralidad. En cuanto a la publicidad institucional no puede haber duda, eso es algo que está recogido por la ley y su distribución debe ser justa y equitativa.
-Ni siquiera estaba hablando del tema del reparto de la publicidad institucional, que eso es harina de otro costal, me refería más bien al comportamiento sectario con los medios que entiende que no son afines a su pensamiento político. Su relación con los medios fue cuestionable en el pasado…
-(Se ríe de nuevo) Todo lo cura la edad.
-¿Cree que este hombre ha cambiado con los años?
-Insisto, todo lo cura la edad. Todos tenemos fallos en la vida, yo el primero, pero lo importante es que se corrijan. Es lógico que de entrada haya ciertos recelos pero habría que dejarles trabajar y esperar a ver cuál es el resultado y cómo son los comportamientos. Sería de hipócritas negar la evidencia, somos conscientes de que este nombramiento ha despertado controversia, pero creo que se merece un tiempo para que la gente vea cómo desarrolla su trabajo.
-Cambiando de asunto, en la política local parece que Coalición Canaria no se resigna a estar en la oposición. De hecho, esta misma semana después de un Consejo Político sacaron una nota de prensa en la que anunciaron que no van a cejar en su empeño de entrar a gobernar en el Cabildo, en Arrecife y hasta en Tías. ¿Cree que esto es más un deseo que una realidad?
-Tratando de ser objetivo, es normal que Coalición Canaria y su secretaria general, Migdalia Machín, exterioricen el deseo de recuperar cuotas de poder tanto en Lanzarote como en el resto de Canarias. La situación de la formación nacionalista es extrema en el Archipiélago. Después de tantos años de tener tanto poder el palo ha sido muy fuerte, pero este tipo de cosas habría que tomárselas con más deportividad.
-¿Pero no cree que resulta difícil aplicar la deportividad en este asunto, no cree que es muy complicado cuando sobre todo ustedes les han barrido prácticamente del mapa?
-Sabe que tengo por norma no meterme en los problemas internos de otros partidos, porque en todos los partidos los tenemos. Los problemas que ha habido con Coalición Canaria tiene mucho que ver con los personalismos. Ha habido personas que no han sabido dar un paso a un lado, que han antepuesto sus intereses particulares a los del partido, y eso es lo que no puede ser. Lo que ha habido en Canarias no ha sido una ola, ha sido un tsunami que se ha llevado por delante casi todo el poder de los nacionalistas. Todos nos hemos visto en una situación parecida y ahora está claro que necesitan hacer algún tipo de reunión interna para levantar los ánimos de los compañeros que estén peor.
-Ana Oramas ya ha dicho que tiene que haber un cambio de liderazgo en Canarias. ¿Si usted fuera José Miguel Barragán no estaría preocupado?
-No, porque lo que ha hecho Ana Oramas es lo normal en estos casos. Es expresar su voluntad de que se adelante la fecha de un congreso. José Miguel Barragán no creo que esté en contra de que se adelante ese congreso, y no les queda otro remedio. Imagino que dejarán pasar el verano y después lo convocarán, con independencia de las decisiones que se tomen en cada isla, como en El Hierro, que ya sabe que va a haber cambios.
-Me consta que ha estado en Tenerife, aguantando supongo el larguísimo discurso de Ángel Víctor Torres. ¿No sería más recomendable recomendar a los amanuenses de turno que hagan los discursos más cortos, no sería mejor que los políticos improvisaran más y leyeran menos?
-(Vuelve a reírse) Lo que sucede es que un discurso de investidura es algo muy solemne, algo que está bastante tasado. El que lo pronuncia está obligado a hacer una exposición de lo que pretende hacer durante cuatro años en el caso de obtener el apoyo de la mayoría de la Cámara. Eso no es sencillo y por eso es verdad que a veces este tipo de discursos se alargan en exceso. De hecho, ayer (el jueves) el propio Ángel Víctor terminó su discurso diciendo que había sido bastante profuso… por no decir que su discurso había sido bastante largo. El discurso estuvo muy bien, pero estuvo mejor en la réplica a los partidos que no le apoyan. Esa es la base del debate y ahí el nuevo presidente estuvo especialmente bien, especialmente en la réplica que le dio a Fernando Clavijo. Al ya ex presidente le pasa como a los boxeadores que reciben un golpe fuerte y caen a la lona, que se quedan groguis. No me alegro del mal ajeno, pero objetivamente no soplan buenos vientos para Coalición Canaria.
-¿Cómo ve el nuevo Gobierno, cree que su partido ha negociado bien?
-Por la información que tengo mi partido lo ha hecho de la mejor forma que se ha podido hacer. Dar cabida a los partidos que conforman este pacto no era nada sencillo, conlleva mucho diálogo y muchas conversaciones. Va a haber cruces de cargos, lo que no se ha dado casi nunca en la historia de Canarias. Al final el pacto tendrá confianza y lealtad.
-La pregunta del millón: ¿vamos a tener que ir a votar otra vez en otoño en unas generales?
-No sabe nadie si va a haber o no nuevas elecciones generales después del verano. Creo que no sería bueno que hubiera otras elecciones porque sería la evidencia de que se ha fracasado, de que no se ha sabido negociar. Daríamos la sensación de que estamos en una especie de juego de tronos, y eso no es bueno para nadie. Espero que no haya que ir a unas elecciones porque habría mucha gente que cansada optaría por la abstención. Creo que el día 25 de julio algunos darán marcha atrás; no sé si estoy expresando más un deseo que una realidad.