“Me encanta compartir escenario con los grupos de teatro locales”
Canaria de nacimiento, para la actriz Toni Acosta, es un regalo poder volver a casa con la obra “Placeres Íntimos” y reconoce que le encanta la idea de mezclar a artistas consagrados con agrupaciones de actores aficionados en un mismo teatro. En el programa “La Mañana” de Cope Lanzarote de este lunes explicó que ahora hay muchos “ofendiditos” a los que les gusta criticar e insultar gratuitamente en las redes sociales, escondidos en el anonimato, pero que ella no suele tenerles en cuenta a la hora de seleccionar sus proyectos porque tiene una hipoteca que pagar. También destacó el movimiento feminista que está visibilizándose cada vez más y confía en que no se quede en un discurso que no se materialice en más trabajo para las mujeres.
- Trae la obra “Placeres íntimos” al Teatro de San Bartolomé los días 20 y 21 de abril. ¿Le apetecía implicarse ahora en este proyecto?
- Sí porque es volver a casa.
- ¿Cómo lleva una actriz ya fajada en el teatro, el cine y la televisión volver a un teatro pequeño?
- A mí me encanta porque seguimos siendo aprendices toda la vida. Yo me sigo poniendo nerviosa. El teatro es imprevisible y cada noche es diferente y me parece una idea buenísima mezclar a distintos grupos. Lo llevo con responsabilidad a la hora de estar a la altura. De alguna manera, es como que según vas avanzando en la carrera, vas generando expectativas y pasas nervios por responder ante ellas.
- ¿Es mayor la presión para el grupo pequeño que luego va a ver a sus vecinos en la calle o para alguien ya consolidado como usted?
- Para mí porque es inevitable que la gente tenga expectativas. Hay una anécdota que me pasó una vez al salir del teatro y una persona me dijo que tenía la misma voz que en la tele. Las personas ya vienen con una idea preconcebida.
- ¿Cree que el público es más exigente con alguien de Canarias, que se va a la península y que luego vuelve?
- No. Yo creo que la gente es extremadamente cariñosa y lo que yo siento cada vez que vuelvo es que las personas están orgullosas de lo que he conseguido y les gusta verme. Lo que me transmiten es que les gustaría que volviera más a menudo. Es lo que me echan en cara. Yo siento siempre muchísimo cariño. Estoy teniendo la suerte de estar viniendo bastante a menudo y vamos a estrenar “Placeres íntimos” en Lanzarote pero queremos llevarla también a otras islas.
- ¿Es una de las partes divertidas de la profesión, poder viajar por tantos lugares distintos, o resulta agotador?
- A mí me encanta. A los que nos gusta el teatro y lo vivimos como el gimnasio del actor, donde te pones a prueba y tienes que enfrentarte al público, la gira nos resulta maravillosa. Como decía Miguel Rellán, la gira es el estado natural de cualquier actor. Es nuestro estado ideal porque sales de casa y tu única responsabilidad es hacer la función bien. Hay algo de volver a los pueblos y a los lugares en los que te iniciaste. Yo estrené mi primera función en Ponferrada y volver me motiva mucho porque veo lo que he aprendido desde entonces. En este caso, ir a San Bartolomé y dar la opción de que vean la obra en lugares donde no tienen tanto acceso a las funciones, es algo que me encanta. Es un regalo que tiene mi profesión.
- Y ¿cómo se lleva estar de un lugar a otro todo el día?
- Yo tengo una logística complicada pero muy pensada con tiempo. Desde fuera parece más lío del que es porque ven en las fotos que un día estoy en Málaga y dos días después en Lanzarote. Mi logística no es más complicada que la de una doctora que hace turnos de noche o una azafata que hace trayectos largos y viaja cuatro días seguidos. Yo tengo hijos y lo tengo que planificar bien pero también tenemos rachas largas de estar en casa. Lo que hay que hacer es pensar que es un trabajo que va a rachas.
- Hace poco un compañero suyo, Pepón Nieto, decía que estaba orgulloso de ser parte del once por ciento de actores que viven de su profesión. ¿Comparte este sentimiento?
- Yo doy las gracias cada día y sobre todo cuando hay una racha buena. También hay una parte de esfuerzo que hay que considerar. Yo tenía claro que quería ser una actriz todoterreno. Lo que a mí me ha dado trabajo es compaginar la tele, el cine y el teatro. En el teatro siempre vas a tener un lugar si lo cultivas. Hay que querer hacer de todo, desde un corto a una función pequeñita.
- ¿Qué tiene una obra como “Placeres Íntimos” para que se embarque en ella?
- Un texto maravilloso y un reparto soñado porque mis compañeros están inmensos, y un director con el que me apetecía mucho trabajar porque había visto otras obras suyas. Este texto es una pasada. Es una función con una dramaturgia que plantea un tema interesantísimo que yo no me quería perder.
- ¿Es cada vez más difícil elegir obras para no molestar a los miles de “ofendiditos” que se enfadan por casi todo?
- Yo tengo que comer, ir a la compra y pagar la hipoteca así que les diría a los ofendiditos que lo hagan ellos. Insultar se está convirtiendo en algo muy sencillo porque se hace anónimamente desde las redes sociales. Se generan verdaderos linchamientos. Yo elijo poco y cuando digo que no a algo, no suelo tener tres cosas más esperándome. Probablemente, lo he pensado mucho porque supone que me voy a quedar en mi casa. En este caso, es un bombón que no podía dejar pasar. Yo no pienso en los ofendiditos a la hora de elegir una obra sino en mi situación personal, en crecer como actriz y como persona y en mi economía porque yo vivo de esto. Muchas veces la gente cree que hacer arte es algo etéreo pero tiene que ser algo económicamente rentable.
- Vemos a los actores y actrices tan glamurosos en los estrenos de cine que parece que todos son ricos…
- Todo forma parte de una campaña de desprestigio porque la gente sabe que esos vestidos son cedidos. Yo no voy a ir hecha unos zorros a un estreno porque forma parte de vender la película. Nadie puede pensar que yo tengo todos esos vestidos, zapatos y joyas en casa. Todo forma parte del envoltorio y es una parte del trabajo para poder vender la película y que la gente vaya a verla.
- Ahora se están visibilizando mucho en esos estrenos las reivindicaciones de las mujeres. ¿Cómo lo está viviendo desde dentro?
- Me parece que es una revolución que hacía falta y que ahora se ha visibilizado más. Lo que no me gustaría es que se quedara en un discurso sino que se reflejara en trabajos en las películas o en obras. Tenemos que convertir en éxito aquellos productos que tengan personajes femeninos. Creo que ha llegado el momento en el que se van a hacer más personajes femeninos y tenemos que dar el nivel para que eso sea un éxito. Gracias a que Wonder Woman ha sido un éxito, habrá una segunda parte pero si no hubiera hecho esa taquilla, no se podría hacer porque esto es un negocio.