Roberto Carlos y el peor Madrid de la historia

No tenía muy claro hacia dónde iba a orientar mi artículo del fin de semana. Manejaba, como siempre, varias opciones. Finalmente, viendo la que está cayendo, viendo sobre todo que este fin de semana se vuelve a jugar otro partido del siglo entre el Barcelona y el Madrid, he decidido dedicarlo al fútbol. La idea me la dio mi compañera Laura San José, con quien saben aquellos que nos siguen que hago una conexión diaria en Lanzarote Radio para adelantar las noticias en las que estamos trabajando, sección por cierto que agradezco que esté patrocinada.

Este jueves Onda Cero adelantaba en primicia y en exclusiva (a ver si la gente del gremio empieza a distinguir estos términos y sabe utilizarlos), que Roberto Carlos abandonará el Madrid en junio. Laura me preguntó el viernes a bote pronto y sin haber desayunado que qué me parecía. Aunque me cogió por sorpresa la noticia, la respuesta la tenía y la tengo clara: “muy bien”.

Me parece muy bien que Roberto Carlos abandone el Real Madrid al finalizar esta temporada. Y lo digo siendo como soy un “robertocarlista” convencido. Creo que el mejor futbolista extranjero que ha pasado por la Liga Española a lo largo de su historia (no he dicho el más rentable, he dicho el mejor; evidentemente el más rentable fue Hugo Sánchez, un tipo que te firmaba más de treinta goles por temporada sin despeinarse) merece colgar la camiseta de un club en el que lo ha dado todo ahora que ya le queda poco que dar. Hay que reconocer que Roberto no es el que era, que ya ni corre lo que corría antes -era una bala- ni chuta a portería como chutaba -era un cañonero-. Aún así, estoy de acuerdo con Capello (ya es raro que esté de acuerdo con un entrenador que ha demostrado que sabe menos de fútbol que cualquiera de los que vivimos este deporte como una simple afición) en que el Roberto Carlos de ahora sigue siendo mejor que casi cualquier lateral izquierdo del mundo. Sin embargo, siendo así, no se puede permitir que termine su gloriosa carrera en el Madrid dejando en la memoria de los aficionados una sensación distinta a la que tenemos los que le admiramos. Es el momento de que se marche, es el momento de que dé paso a otras generaciones, aunque es difícil que el madridismo encuentre otro Roberto Carlos por el mundo.

Roberto Carlos también merece un trato especial por parte de un club que en estos momentos atraviesa la situación más crítica de su gloriosa historia, eliminado de la Liga de Campeones, eliminado de la Copa, con mínimas posibilidades de ganar la Liga, con un entrenador desnortado que no sabe hacia dónde camina, con una plantilla asustada y sin personalidad, con una dirección deportiva tan perdida o más que el entrenador, y con un presidente que hasta la fecha no ha sabido ejercer como tal.

También merece un trato especial por parte de una afición que en ocasiones no le ha perdonado que diga las cosas con la claridad con la que las dice. Espero y deseo que antes de que acabe la temporada se le rinda el tributo que merece, y que después de que termine la temporada se le ofrezca como mínimo un partido de homenaje.

Aunque Roberto Carlos sería suficiente para rellenar mi artículo de hoy, quiero dedicar unas pocas líneas al partido del siglo de este fin de semana, el más descafeinado de los últimos años. Me da la sensación de que en Barcelona no están acostumbrados a ser buenos. Escuchando a sus aficionados, parece como si el maravilloso equipo de fútbol que sigue siendo hubiera acabado un ciclo, simplemente porque el Liverpool del incomparable Rafa Benítez le ha eliminado de la Liga de Campeones por el valor doble de los goles metidos fuera de casa y porque Víctor Valdés hizo una cantada de proporciones extraplanetarias.

El Barcelona hoy por hoy es tremendamente superior al Madrid. Tiene un presidente inteligente, comedido y sensato; tiene un entrenador que además de haber sido un magnífico futbolista sabe de fútbol, y sabe cómo tratar y motivar a sus jugadores; tiene un cuerpo técnico y un director deportivo que tiene la vista que le falta al del Madrid; tiene una plantilla muy superior a cualquier plantilla del mundo, con tres de los cuatro mejores futbolistas del globo... Tiene todo eso y mucho más, aunque creo que le falta algo de confianza y le sobra relajación. Da la sensación de que ni ellos ni sus aficionados se creen realmente lo que les está pasando, da la sensación de que tienen miedo o de que se conforman con lo que hicieron la pasada temporada. Les falta instinto asesino.

Por eso mi pronóstico para este fin de semana está claro. El Madrid va a ganar en el Camp Nou. El equipo más tocado de la eliminación europea ha sido el Barcelona, y eso le va a pasar factura. Lo del Madrid estaba cantado, de ahí que la presión sea mucho menor. No me han dejado mis compañeros cambiar el uno que han puesto en la quiniela de la empresa. Ellos sabrán lo que hacen. Así no nos haremos ricos nunca.