Fernando Melián apuesta por recuperar el esplendor perdido por Puerto del Carmen para crear empleo
Estos últimos días de campaña electoral están siendo especialmente movidos e intensos en el seno de la alianza electoral formada por PNL-NC-OPL. Fernando Melián, candidato a la alcaldía de Tías, ofrecía estos días un mitin en el Centro Sociocultural de Puerto del Carmen, en pleno varadero de la Tiñosa, para informar de las propuestas más llamativas de su programa electoral.
Ante una concurrida asistencia, Melián desgranó punto por punto su programa electoral y todas aquellas propuestas que, a su juicio, “nos ayuden a sacar a Tías del hoyo en el que se encuentra después de tantos años de gobierno socialista, gracias al cual Puerto del Carmen, verdadero motor social y económico del municipio, ha sufrido un deterioro importantísimo que ha provocado, inexorablemente, una debacle sin antecedentes en la historia del núcleo turístico por excelencia antes del impulso de Costa Teguise y Playa Blanca. Esto ha provocado que el porcentaje de personas en situación de desempleo, muchas de ellas grandes profesionales del sector servicios, haya aumentado considerablemente y la calidad de lo que ofrecemos al turista haya decaído hasta niveles nunca vistos”, subrayó Melián.
El candidato a la alcaldía de Tías recordó que “los vecinos del municipio y el empresariado local llevamos muchos años exigiendo que las cosas cambien, que la planta alojativa obsoleta sea reformada, que consigamos recuperar el estatus que esta zona de la isla tenía hace años a nivel mundial, pero no se ha hecho nada”, mencionó Melián haciendo especial hincapié en las repercusiones que esta situación ha provocado en el terreno laboral. “Si las empresas turísticas ven que no se genera riqueza, malamente podrán contratar mano de obra para atender a los pocos turistas que nos visitan con dinero para gastar. Si no ofrecemos calidad, no vendrá turismo que aporte economía”, resaltó Melián.
En otro orden de cosas, el designado a ocupar la alcaldía de Tías desarrolló otras cuestiones importantes de la gestión municipal que promete cambiar como, por ejemplo, “la cercanía y participación de los vecinos para con la máxima institución del municipio o el desarrollo sostenible que debe tener un territorio que aunque viva del turismo o lo intente, debe apostar también por la cultura, la educación, las políticas sociales, la sanidad y todas aquellas necesidades básicas de una población en continuo crecimiento que exige medidas para paliar sus carencias y que a día de hoy no están mínimamente cubiertas. Hay que acabar con el totalitarismo y apostar por la pluralidad, por la participación ciudadana…por la democracia”, apuntó Melián.
Juan Carlos Becerra, conocedor del sector turístico
El candidato a la presidencia del Cabildo de Lanzarote y al Parlamento de Canarias, Juan Carlos Becerra, acudió a apoyar las tesis de Fernando Melián en su encuentro con los vecinos aludiendo a su amplia experiencia como ex consejero de Turismo del Gobierno de Canarias entre los años 1999 y 2003. A este respeto, Becerra aludió a todas las obras e inversiones que en su época como máximo responsable del sector en Canarias se destinaron a Lanzarote y recordó que, efectivamente tal y como apuntaba Melián, “Puerto del Carmen era la joya de la corona de Lanzarote y este municipio ha permitido que con los años de haya convertido en un zoco de turismo de poco nivel, que no gasta nada durante su estancia y que así es imposible crear empleo. Si no hay movimiento económico ni demanda, no hará falta profesionales de servicios, por lo tanto la economía del turista no se quedará entre nosotros y esto hace año no ocurría”, resaltó Juan Carlos Becerra.
Hace falta contar con personas que como yo, como candidato al Parlamento de Canarias, conozca perfectamente las necesidades del sector y de esta localidad en concreto para que desde el Gobierno de Canarias o del Estado se apueste por una recuperación eficaz y a corto plazo, que genere puestos de trabajo para las nuevas generaciones y que ayuden a que Puerto del Carmen recupere el esplendor perdido”, finalizó así Becerra.