Su cierre perjudica a las pymes lanzaroteñas y al consumidor final

El PNC reclama que se abra el Puesto de Inspección Fronteriza de Lanzarote y que sea gestionado por la Autoridad Portuaria de Las Palmas

También se reclama reforzar el papel del Puerto de Arrecife como elemento logístico dentro de la estructura comercial vinculado a la Zona Especial Canaria (ZEC)

El Puesto de Inspección Fronteriza de Lanzarote (PIF) se encuentra bloqueado y sus puertas cerradas, a pesar de que hace más de un mes que fue inaugurado. En aquel acto, el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (organismo del que depende el Puerto de Arrecife) afirmó que el PIF de Lanzarote se pondrá en marcha cuando lo asuma un operador privado que se haga cargo de su gestión.

A juicio del PNC, ante esta situación el PIF de Lanzarote debe ser gestionado por la propia Autoridad Portuaria de Las Palmas, hasta tanto algún operador privado se haga cargo de su explotación. Eso, antes de permanecer cerrado.

El PNC en Lanzarote recuerda en una nota de prensa remitida a los medios que, en Fuerteventura, el Cabildo majorero asumió el PIF de aquella isla a la espera de que un operador privado se hiciera cargo de él, y como ninguno ha mostrado interés, el Cabildo de Fuerteventura se está planteando devolver la obra a la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

El PNC recuerda que una de las funciones de las Autoridades Portuarias es la de gestionar su política comercial internacional, sin perjuicio de las competencias propias de los Ministerios de Economía y Hacienda y de Asuntos Exteriores. Este apartado enlaza directamente con la necesidad de que se abra y funcione en el Puerto de Arrecife el Puesto de Inspección Fronteriza, lo cual agilizaría sobremanera la importación de productos perecederos procedentes de países extra comunitarios, y reduciría sus costes mediante la creación en Arrecife de los servicios asociados a la inspección y control sanitario, hoy inexistentes, al encontrarse cerradas las instalaciones.

Si el PIF de Lanzarote estuviera funcionando, la isla podría importar carnes y pescados directamente de terceros países extra comunitarios, sin tener que pasar primero por Las Palmas de Gran Canaria, lo que genera sobre costes en tiempo y en dinero para las empresas lanzaroteñas. Ello, además, podría impactar favorablemente sobre los precios de estos productos.

Por otro lado, hace años que los expertos recomiendan reforzar el papel de los puertos de las islas menos habitadas de Canarias, Lanzarote entre ellas, como elementos logísticos dentro de la estructura comercial vinculados a la Zona Especial Canaria (ZEC). Sin embargo, la ZEC apenas se ha desarrollado en Lanzarote, a pesar de los incentivos que conlleva para las pequeñas y medianas empresas, lo que, para el PNC, se explica por el poco interés mostrado por el organismo competente de la Comunidad Autónoma.

En la actualidad, se da la paradoja de que la importación de productos perecederos de origen extra comunitario, por ejemplo procedentes de un país africano vecino, deben pasar por Las Palmas de Gran Canaria para el trámite de control antes de llegar a su destino en Lanzarote. La práctica totalidad de las carnes y pescados que se importan del exterior en Lanzarote provienen de países no comunitarios, viéndose afectadas por esta carencia las pymes de la isla que se dedican a la importación de estos productos.

Otra de las paradojas es que la descarga en plaza del pescado capturado por las flotas extra comunitarias que operan en el litoral del continente africano no precisan de inspección fronteriza, según la legislación de la Unión Europea, pero sí la precisa la importación de un contenedor de pescado importado de un país africano vecino.

El control sanitario en plaza podría servir, a su vez, para las tareas de inspección asociadas a la actividad aeroportuaria, también inexistentes hoy en día.

El PNC considera que esta insólita situación provoca que la cesta de la compra en islas como Gran Canaria o Tenerife sean más baratas, entre otras razones, porque, finalmente, son las receptoras de casi el 100% de los bienes de consumo de las Islas, que en su inmensa mayoría proceden del exterior y llegan por vía marítima. Por supuesto, cuentan con sus PIF y sus ZEC plenamente desarrollados. Sus puertos reexpiden luego esos productos a las cinco islas restantes también por vía marítima, lo cual conlleva un coste suplementario por fletes de transporte marítimo interinsular, hecho que perjudica al consumidor final en Lanzarote.