Y el Maritima en Segunda “B”
Hoy todos celebramos el ascenso a segunda división B del Marítima y parece justo recordar que si hay una entidad modélica, ejemplar, aquí, en Lanzarote - en el orden deportivo naturalmente - esa es, sin género de dudas, el Marítima, el “Maritimita” que decía el malogrado Contreras. Este equipo modesto ha escrito, sin ruidos, sin algarabías, una histórica página - (una más) - que nos debe hacer pensar en como redistribuir los “dineros” públicos en el ámbito deportivo.
En este momento es necesario destacar, que también el Marítima, logró el primer ascenso conejero que abrió las puertas a la integración del balompié de Lanzarote en las competiciones regionales ¿Recordamos?. (Polonia, 0 - Marítima, 1.El escenario fue el Estadio Pepe Concalvez y el Marítima estaba conducido, técnicamente hablando, por Román Cabrera. El gol lo consiguió Gilberto Machado). Ese resultado fue el primer gran triunfo del Balompié conejero en el concierto provincial. Creo recordar que presidía el equipo de la Destila el entrañable Pepe Cedrés.
Hoy, muchos años después, la labor extraordinaria de Guelo y de tantos directivos que le secunda han hecho posible esta hazaña que debe ser tenida en cuenta por quienes pueden y deben distribuir los caudales públicos con equidad. El Marítima es algo más que un club de fútbol, es una auténtica academia de bien formar jóvenes deportistas para su integración final en la sociedad como ciudadanos de primer orden. El Marítima, es un exponente digno del mejor de los halagos y de que éstos se cristalicen en un reconocimiento público especial. No podemos olvidar en el momento presente al entrenador Juan Antonio Machín, un hombre de la casa que ha sabido guiar al “maritimita” hasta una meta que sólo en quiméricos sueños de los más fervoroso seguidores de los de la Destila podían anidar. Se ha conseguido la meta soñada con el sacrificio de todos ellos y uno recuerda en el presente - (no podía ser de otra manera) - a cuantos quedaron en el camino. Con todo ¡Bien por el Marítima!, ¡BIEN COÑO BIEN!.