¿Y DESPUÉS DE LAS ELECCIONES QUÉ?

En Lanzarote no parece tan importante quién gane el escaño al Senado y logre más votos para el Congreso el 26-J. Aquí lo que es más importante es averiguar qué va a suceder el día después. CC y PSOE llegan a las elecciones generales totalmente enfrentados por no pocos asuntos: Ley del Suelo, Cueva de los Verdes, Ayuntamiento de Arrecife, Mesa del Pacto... ¿Acabarán arreglándose como han hecho otras veces o la cosa pasará a mayores?

El 27-J probablemente sea mucho más importante que el 26-J. Por si usted anda despistado, dentro de un par de domingos se decide -o no- quiénes van a llevar las riendas de este país que de momento se sigue llamando España. En nuestro artículo de hoy nos queremos centrar precisamente en qué va a suceder el día después de las elecciones, en aspectos que nada tienen que ver con la gobernanza.

Y lo hacemos, siendo como somos un periódico local, abordando lo que va a pasar por esta parte del mundo. En Lanzarote es muy probable que Podemos vuelva a ganar las elecciones tanto al Congreso como al Senado. Ya lo consiguieron en diciembre sin hacer campaña y presentando a un candidato a la Cámara Alta que no conocían ni los propios afiliados y simpatizantes de la organización. Así salió la cosa. Ahora, con otro candidato del partido con el que van aliados, si nos olvidamos de la Alternativa Ciudadana de Andrés Barreto, es lógico que vuelvan a ganar, y teóricamente con más holgura. Pero estos tiempos inciertos han demostrado que la lógica no siempre concuerda con lo que luego sucede. Por ese motivo, hay algunos empeñados en hacer campaña, en hacer una buena campaña, como es el caso del Partido Popular (PP). Podrán criticar los demás lo de la caravana, podrán cuestionar la verborrea de su candidato, pero lo que nadie puede negar es que los dos jóvenes aspirantes del PP al Senado y al Congreso, Joel Delgado y Salvador Martínez, al menos están intentando que no se cumplan las previsiones.

No queremos decir que los demás no lo estén haciendo. Pero lo que salta a la vista es que no lo están haciendo con la misma intensidad, las mismas ganas o los mismos recursos. Ciudadanos hace lo que puede con lo que tiene y con lo que no tiene, el Partido Socialista (PSOE) sigue con su idea de gastar poco y moverse menos como ya hizo en diciembre, y Coalición Canaria (CC) lo sigue confiando todo a un candidato que entienden carismático y a lo que le dio a su modo de ver el triunfo en las locales, los famosos contenedores y los medios de comunicación, algunos medios de comunicación.

Ocurra lo que ocurra, gane quien gane, insistimos en que lo interesante vendrá el lunes, no el domingo.

En Lanzarote existe un panorama político bastante sórdido. Todo, según dicen los nacionalistas, provocado por la enorme batalla interna que existe en el PSOE, donde no hay que olvidar que se prevé una guerra de guerrillas nacional, regional e insular que tendrá vencedores y vencidos. Y nadie quiere ocupar el bando de los vencidos. No hace falta crear un confidencial como este para afirmar que el PSOE no atraviesa por su mejor momento en Lanzarote. Y no lo hace no porque no le sople el viento a favor: gobierna después de meses de vacile en el Cabildo insular, gobierna en Arrecife y en San Bartolomé, donde además tiene la Alcaldía, y tiene a la mitad del Gobierno de Canarias a su disposición. En teoría, además, podría tener al alcance de la mano el triunfo electoral en la Isla en las generales de este mes si fallan los de Podemos y a la gente no le da por votar al PP. Pero todo eso es insuficiente para taponar lo obvio. Lo que le pasa al PSOE local es que tiene un lío considerable interno, ni mayor ni menor que el de otros, pero lío considerable.

En Arrecife muchos están esperando a que pasen cosas y el panorama se despeje. La salida de José Montelongo de la Alcaldía fue bastante más traumática de lo que se ha contado. El ya ex alcalde explicó a la gente de su círculo de confianza la cantidad de presiones que recibió antes, durante y después de que finalmente el juez que lleva el caso Montecarlo decidiera mantener su imputación y preparar su participación en el próximo juicio oral. La dimisión de Zenbenzui Rodríguez no fue más que la escenificación de la ruptura que había dentro del grupo de Arrecife, entre los que apoyaron y seguían apoyando a Montelongo y los que no.

Luego, la decisión de Eva de Anta de relevar de sus funciones al secretario, Francisco Javier López, no ha sido casual. Fue el secretario que nombró en su día Cándido Reguera cuando gobernó en pacto con el propio Montelongo, y fue el secretario que el mismo Montelongo mantuvo una vez que se terminó el experimento de su antecesor, Manuel Fajardo Feo, que colocó en tan difícil puesto al funcionario del Cabildo Leopoldo Díaz. Sí, el mismo Leopoldo Díaz sobre el que tantas dudas tenía y sigue teniendo el actual presidente del Cabildo, el también nacionalista Pedro San Ginés. Es una primera decisión en la que el espinismo marca terreno. Y decimos espinismo porque otra cosa que tiene con la mosca detrás de la oreja a medio PSOE y a gran parte de CC es que con consentimiento y beneplácito de la secretaria general, Maria Dolores Corujo, el siempre polémico Carlos Espino y los suyos han desembarcado en el Ayuntamiento capitalino y se están haciendo con el control ideológico y programático del futuro de la ciudad.

Esto es realmente lo que tiene más preocupados a los representantes de CC. De ahí lo de la solicitud de la Mesa de Seguimiento del Pacto. ¿O cree alguien que a Rafael Juan González y a los suyos les preocupa tanto la parálisis transitoria de presente como la verdadera parálisis que puede llegar en el futuro? Y entre la parálisis, y como telón de fondo, el Plan General. Tanto el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, como el concejal de Urbanismo, Samuel Martín, han expresado en Crónicas Radio-COPE Lanzarote su preocupación por la aparición de esa mesa de la transparencia que aparentemente quiere dar luz a la tramitación del documento. La preocupación viene no tanto por el organismo en sí sino por lo que puede esconder detrás, el deseo de los socialistas de hacer caso a aquellos que quieren que pase lo mismo que pasó en tiempos de María Isabel Déniz, que se retrase la tramitación del documento hasta el infinito y más allá.

Este viernes aseguró Patricia Hernández en Lanzarote que el pacto goza de buena salud. Qué curioso que no coincida con lo que dijo en rueda de prensa María Dolores Corujo, quien entiende que funciona “relativamente bien”. El matiz de Corujo está más cerca de la realidad. Porque aunque es cierto, como ha pronosticado estos días la presidenta insular del PP, Astrid Pérez, que después de las elecciones podría quedar el conflicto arreglado, no es menos cierto que el acuerdo podría saltar por los aires. De hecho, nos consta que en el PSOE y en CC están haciendo números, por si acaso. Todos esos números pasan por el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). Quién se lo iba a decir a Fabián Martín. Seguramente si ve el panorama actual no dimite como presidente de la formación y como portavoz en Arrecife. Porque con el PIL, se combine a un lado u a otro, hay que contar.

Cuenta además mucha gente del PSOE que los que dominan el partido en Gran Canaria quieren embarcar a Corujo en la batalla interna por el control de la Secretaría General en las Islas. Corujo ha dicho a los suyos que ella no está para esos menesteres, que no tiene por qué enfrentarse a Patricia Hernández. Es inteligente. Un paso en falso y podría salir tremendamente malherida de una contienda así. Pero lo cierto es que la simple posibilidad de que algo así ocurra ha enrarecido todavía más el ambiente interno y externo. Si Pedro Sánchez fracasa como dicen las encuestas y dimite el mismo domingo como ya hizo por ejemplo Joaquín Almunia, se precipitarán los acontecimientos y se pondrá en marcha la compleja maquinaria interna de los socialistas. Habría congreso federal o nacional, y luego el resto; en el caso de Canarias el regional y los insulares. Por eso todo el mundo está atento, y por eso hay tanta gente nerviosa en estos momentos.

Además de las cuentas, Corujo, que maneja muy bien los tiempos en los distintos medios de comunicación, está haciendo otras cosas. De momento dejarse ver en sitios donde algunos creen que no debería estar, como ha sido este jueves por la noche en la sede de la Fundación César Manrique. Habrá gente, y es lógico que sea así, que no entienda qué pintaba la presidenta del Grupo Parlamentario Socialista en un acto en el que se iban a explicar las muchas razones que han encontrado diferentes colectivos sociales y no pocos partidos políticos para oponerse a la conocida como Ley del Suelo. Lógico porque el anteproyecto de ley no puede salir adelante si el PSOE no apoya a CC, y de momento los socialistas apoyan a los nacionalistas en tan complejo empeño. ¿Se dejó ver la alcaldesa de San Bartolomé a propósito? Está claro que sí. ¿Y qué pretendía con ello? No hace falta ser un lince de la política para adivinarlo.

Mientras esto sucedía, nos cuentan que en una reunión del Cabildo de este mismo y agitado viernes los mismos socialistas que juegan con CC a hacer de gobierno y oposición cuando entienden que la ocasión lo requiere pedían un poco de cordura, y que acabara el enfrentamiento constante. Los nacionalistas, enfadados, confiesan a este diario no salir de su asombro, por el rostro que creen que emplean sus socios de gobierno cuando les interesa. A Dios rogando y con el mazo dando. Como ya le sucedió a Joaquín Caraballo, ese papel de conciliador le toca jugarlo a alguien, ahora al secretario de Organización, José Juan Cruz.

Con el anterior vicepresidente el juego acabó como acabó, y no sería extraño que la cosa pintara igual para el actual encargado de sosegar a los socios cuando las cosas se ponen feas. Ahora bien, la diferencia es que Cruz Saavedra se mueve mucho mejor en estas tierras movedizas de lo que lo hacía su ya no compañero de partido.

Lo dicho. Habrá que estar atentos a ver lo que sucede el 26-J para intuir lo que puede pasar el 27. ¿O habrá más sorpresas esta semana?