TRINQUETE Y CÍA
Trinquete, que es un amasador de mucho cuidado, en cuanto “trinca” no suelta; no lo hace al menos mientras a la víctima le queda algo de aliento. Luego se lo piensa. En esta ocasión que pasamos a narrarles el Trinquete se alió con el Sefardita -ahora parecen inseparables- para asesorar nada más y nada menos que a Don Pepa, eso sí, bajo la atenta mirada del Hueso y de Lito El Chorrillo. Estos dos últimos, que son los que han recomendado semejantes fichajes, caros y chapuceros, eran más partidarios de pedirle auxilio a la prima de la Bobadilla, que abierta de piernas cual bailarina feliz no ha hecho otra cosa que pedir la distribución de los fondos del maletín, una distribución que se suponía que tenía que ser equitativa. La cosa puede empeorar, más de lo que ya ha empeorado, si no afloja el Rockero, que está de morros últimamente y dispuesto a cargarse a Don Pepa sin más ni más. Aquí, en esta tierra, nadie quiere privarse de la untada correspondiente, y mucho menos el devaluado Don Pepa, que parece que no resistirá por mucho más tiempo los embates del Hueso Duro y de Don Elvis. Les iremos contando más cosas para que se enteren cómo termina el culebrón.