PAULINO Y BARRAGÁN, QUE PASE EL SIGUIENTE
Coincidiendo con el día en el que el sector que todavía defiende a la candidatura de Inés Rojas (bastante mermado, todo hay que decirlo) ha filtrado a algunos medios afines la decisión de los tribunales de darle trámite a la impugnación del último congreso insular de Coalición Canaria (CC) en Lanzarote, estamos en disposición de adelantar una noticia importante. Con respecto a la parte contratante de la primera parte, la de la impugnación, les podemos asegurar que en el sector vencedor (en todas las guerras hay vencedores y vencidos) están absolutamente tranquilos, convencidos de que lo que estiman que es la penúltima pataleta de Pepe Torres y compañía va a quedar en nada. Sin embargo, por si las moscas, están preparando toda la documentación para no ir de sobrados al juzgado y llevarse alguna sorpresa.
Lo curioso del caso es que fue el propio Pepe Torres, como ya adelantó esta semana en el programa “Entre Barrios” de Crónicas Radio-Cope Lanzarote, quien se dirigió en primer lugar a la dirección del partido para reclamarles la documentación correspondiente, acto que realizó por el tradicional y amistoso método del burofax. Preparando la respuesta estaban cuando les ha llegado la noticia del juzgado, no de forma directa sino a través de esos medios afines a los otros. Y no podemos hablar de información directa al partido puesto que hasta el momento nadie se ha dirigido de forma oficial a la sede de CC para comunicar nada que tenga que ver con los juzgados. Por tanto, seguimos en fase embrionaria del conflicto.
Lo que no está en fase embrionaria es el trabajo que están realizando Antonio Morales y compañía. Colocamos al secretario de Organización por delante porque todo el mundo sabía que al elegir a este joven-veterano de la formación lo hacían con la idea de que aplicara sus notables ganas de trabajar a un partido que había pasado las de Caín y Abel juntas en los años anteriores, con más batalla interna y follones diversos que trabajo real tanto orgánico como público. Esta nueva dirección se ha marcado varios objetivos, pero uno de ellos, quizá el primero, es cambiar la dinámica de trabajo con sus compañeros de Gran Canaria y Tenerife. En lugar de estar yendo constantemente a las dos islas más glotonas a pedir cosas, se han empeñado en que sea la Montaña la que venga a ellos. Vamos, lo contrario de lo que era tradición y norma. Primero lo hicieron con Ana Oramas, que estuvo departiendo con sus compañeros de partido sobre lo divino y lo humano y que dio cuenta de su actividad parlamentaria en el Congreso de los Diputados. Se llevó varios recados, que, según nos dicen, ha tratado de cumplir. El primero, con negativo resultado, ha sido el de Costas. El rodillo del Partido Popular (PP) ha impedido este martes que la ex alcaldesa de La Laguna pudiera colar alguna de sus enmiendas a la nueva Ley. Espera que la cosa cambie en el Senado.
Pues bien, como la joven dirección de CC apunta alto, se han propuesto, y parece que lo han conseguido, que los siguientes en pasar por Lanzarote para dar cuenta de su trabajo sean nada más y nada menos que el presidente y el secretario general de la organización en todo el Archipiélago, Paulino Rivero y José Miguel Barragán. Si no nos engañan, que estamos convencidos de que no lo hacen, el también presidente del Ejecutivo canario y su portavoz parlamentario estarán la semana que viene en Lanzarote para tratar numerosos asuntos con sus compañeros de partido. La idea no es otra que repasar los temas que afectan a la isla peor tratada en el Archipiélago en materia inversora, como ha reconocido esta misma semana el vicepresidente del Gobierno autonómico, José Miguel Pérez. Parece que existe predisposición total por parte de Rivero y de Barragán para contestar a cuantas cuestiones quieran plantear los inquietos compañeros de Lanzarote.
Además de abordar los problemas que tiene la Isla, está previsto que se hable del partido. Es lógico pensar que Paulino Rivero y José Miguel Barragán tratarán de hacer un último esfuerzo para reconciliar a los dos sectores enfrentados. Es lógico pensar que van a pinchar en hueso.
¿Hablarán también de política de pactos, hay razones para pensar que las cosas pueden cambiar en breve, el verano es un momento adecuado para remover la casa por dentro y por fuera?