¿MOCIONES DE CENSURA EN 2009?
Iniciamos el año 2009 como terminamos 2008, con los mismos problemas y con los mismos incapaces al mando de las operaciones. De verdad que hemos hecho durante estas horas de descanso muchísimas reflexiones, intentando buscar algo bueno en el futuro incierto que tenemos delante. Ha sido imposible. Sobre todo cuando creemos en esta particular sección de este diario en quiénes son las personas que se supone que tienen que tirar del carro de un Lanzarote que agoniza, que tiene enormes boquetes y vías de agua por no pocos costados. Es muy difícil ser optimistas cuando tenemos un Cabildo como el que tenemos, cuando tenemos unas empresas públicas como las que tenemos y cuando tenemos en algunos ayuntamientos a la manada de incapaces que tenemos. Es complicado ser optimistas cuando uno sale a la calle (es un ejercicio muy recomendable para algunos políticos) habla con la gente y se entera de la desesperada situación de muchas familias, gente que ni por asomo pensaba que iba a pasarlo mal en estos instantes.
El pasado miércoles se especuló mucho en la isla de Gran Canaria con la posibilidad de que se pueda producir una escalada de actos hostiles en la política local que terminen en algunas mociones de censura de consideración. El nerviosismo en las filas socialistas y en sus medios afines ha sido más que evidente. Así, en el periódico que dirige Carlos Sosa, que ya saben que fue en su tiempo jefe de prensa del PSOE canario, se escribía algo así como que “no han terminado de sonrojarse los más comprometidos militantes de Nueva Canarias tras el pacto de ese partido con el PP para el sostenimiento del status quo La Caja de Canarias, y ya anda una parte de la dirigencia haciendo los cálculos para una batería de mociones de censura contra el PSOE”. “De repente las huestes de Román Rodríguez se han creído que son muchos más y que les apoyan todos los simpatizantes, incluso en la operación de más amplio calado de regresar a la casa común del nacionalismo canario convirtiéndose en la pata grancanaria de una refundada Coalición Canaria. De momento, algunos se permiten hacer números para una censura a José Miguel Pérez en el Cabildo: a ver, dimiten dos de los nuestros, entran otros tantos que puedan firmar la moción; sumamos los doce del PP y convencemos a Manolo Lobo con alguna promesa de futuro al estilo de las que les han hecho para no cumplirlas. Y hacemos presidente a Román con el apoyo externo del PP y de Lobo”. Se trata de un evidente ejercicio de nerviosismo informativo, el que se practica cuando se atisba la posibilidad de perder determinados privilegios, determinados chollos. No es lo mismo ser un medio aliado del régimen que uno que esté fuera de la ley. Eso es evidente, aunque a algunos les cueste entender que también hay medios a los que les gustaría estar en el término medio. ¿Utopía? Es probable, aunque a eso habría que aspirar, a no estar sujeto a los dictados de los mandatarios de turno y a su vez aspirar legítimamente a recibir la misma publicidad institucional de los que sí lo están. Ficción probablemente en estos tiempos que corren.
Sabemos algo sobre los movimientos que se están produciendo en Coalición Canaria para unificar el nacionalismo. Sabemos lo que pretende Claudina Morales, y no hemos escondido que nos parece lo más sensato en las actuales circunstancias. Buscar fórmulas que terminen con el absurdo que supone tener un territorio fragmentado no sólo en lo geográfico sino en lo político, con el mayor número de partidos nacionalistas del país, es algo que entra dentro de la lógica de cualquiera que quiera cambiar la dinámica actual. Es evidente que en la mente de la nueva presidenta del principal partido nacionalista de las Islas está arreglar el problema de Gran Canaria, y es evidente, como demostraron los últimos resultados de las elecciones autonómicas, que el arreglo pasa también por Nueva Canarias y por el Centro Canario Nacionalista, especialmente por Nueva Canarias. Sin embargo, también hay que decir, al margen del miedo que puedan tener en el cuerpo los socialistas y sus medios afines (todos ellos muy bien pagados y muy bien situados en estos momentos), que el líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, no ha sido precisamente generoso en sus halagos a la formación en la que militó hasta la ruptura que todos conocemos. De hecho, su excesivo alineamiento con las tesis socialistas le ha provocado serios problemas dentro de su propio partido, incluso en su alianza con formaciones como el Partido Nacionalista de Lanzarote, donde les podemos garantizar que están muy por la labor de dar los pasos hacia la gran unidad nacionalista. ¿Quiere decir todo esto que es cierto que se van a desencadenar esas mociones de censura en Gran Canaria? Pues no lo creemos. Más bien no lo sabemos, porque no tenemos tantos datos como los que manejamos aquí. Pero no lo creemos, porque normalmente se habla mucho en los mentideros de la política y se hace poco. Unos tratan de meter el miedo en el cuerpo a otros, y los otros se asustan y muestran claramente su nerviosismo. Así es este juego. Además, este extraño viernes que parecía lunes el propio Román Rodríguez ha corrido para desmentir la mayor, lo que en no pocos casos supone admitir que algo había. Mucho más cuando son medios afines al PSOE los que especulan con el asunto.
Y aquí, en Lanzarote, ocurre algo muy parecido. Ocurre, como han podido leer y escuchar en los medios que el PSOE tiene en nómina por estas tierras (sí, los hay, y también están muy bien pagados y muy bien situados, con periodistas -en muchos casos gente que se hace pasar por tal- muy obedientes que además viven permanentemente obsesionados con lo que hacemos aquellos que no les reímos las gracias), que hay cierto nerviosismo ante la posibilidad de que se rompa el pacto que mantiene en el gobierno de las principales instituciones al PIL y al PSOE. Tanto es así que la consigna es hablar de que los medios no afines a los mandatos del PSOE del señor Espino somos los financiados por los empresarios del hormigón, ya saben, los enemigos de la “sostenibilidad” de la que tanto le gusta hablar a la presidenta del desgobierno del Cabildo, Doña Manuela Armas. Como se imaginarán, a nosotros a estas alturas estos comentarios nos resbalan. Lo que no nos resbala es la opinión de nuestros lectores, mucho más fieles incluso de lo que pensábamos cuando iniciamos este nuevo proyecto periodístico.
La intranquilidad en el PSOE y en sus medios es evidente, insistimos. La salida de prisión de Dimas Martín ha puesto nervioso y nerviosa a más de uno y de una. El miedo no se basa en otra cosa que en que se confirmen los rumores que apuntan a un posible entendimiento entre el PIL y CC, acuerdo que echaría por ejemplo del Cabildo a Doña Manuela y dejaría fuera de juego a ese gran gestor del dinero público que es el ínclito Carlos Espino, todavía por cierto no secretario general de los socialistas lanzaroteños hasta que la Federal diga si vale o no vale ese extraño congreso en el que fue elegido.
Volviendo a lo del posible pacto entre el PIL y CC, nos gustaría dejar clara una cosa. Hasta la fecha lo único que hay son rumores, lo que no quiere decir que no fuera cierto que en su día, al comienzo casi de los actuales mandatos en los siete ayuntamientos y en el Cabildo, se llegó a abordar con absoluta seriedad el asunto, a falta sólo de determinadas firmas en determinados documentos. Lo malo fue que falló el de siempre, como algunos se temen que podría ocurrir ahora. ¿Va a haber mociones de censura en Lanzarote, hay razón para que estén asustados todos los socialistas de verdad y los que se han arrimado a este partido para cobrar uno de los generosos sueldos que se reparten ahora desde nuestras instituciones? Pues creemos que no, sinceramente, al menos no de momento.
Con la llegada de Suso Machín a la presidencia de CC se han marcado varios objetivos: uno de ellos, tal vez el prioritario, es recuperar la confianza de los ciudadanos, de los electores, para lo cual se está haciendo un trabajo concienzudo y serio que lideran personas como Marci Acuña, nombrado muy acertadamente a nuestro juicio secretario de Organización de la formación. En CC están tratando de incorporar personas nuevas, algo similar a lo que está haciendo Astrid Pérez en el PP. Pero también están intentando soltar a algún lastre tipo Basioleta o Molu, gente que se les ha pegado como la garrapata se pega al perro y que les ha hecho perder votos a pasos agigantados. Por eso nos da la sensación de que no están en la onda de la constante y persistente especulación política de Lanzarote. No están pendientes sobre todo de los caprichos y apetencias de los otros, cosa que nos parece muy bien.
Aquí no se trata de gobernar por gobernar, se trata de hacer las cosas bien. Lo que es obvio (no hace falta que lo digamos nosotros, salta a la vista), es que el pacto PSOE-PIL no funciona. Hay enfrentamientos constantes, sobre todo en el Cabildo y en el Ayuntamiento de Arrecife. Así, si alguien no hace que cambien las cosas esta alianza está condenada a entenderse, por desgracia para Lanzarote. Y decimos por desgracia porque han pasado casi dos años y los frutos de este pacto, que surgió de las elecciones como el pacto salvador de la Isla, no se ven por ningún lado, especialmente en el Cabildo. ¿Nos puede decir alguien qué ha hecho el desgobierno de Manuela Armas al margen de vender humo, hablar de sostenibilidad, trasladar al exterior la imagen de un urbanismo salvaje a través del tema de los hoteles, gastarse lo que no está escrito en absurdos estudios y en sospechosas subvenciones y arruinar la gestión de empresas públicas como los Centros Turísticos?
Dicho todo esto, debemos subrayar, para los que se ponen nerviosos en seguida, que a nosotros nos importa muy poco si va a haber mociones de censura o no. Hemos sobrevivido en una terrible época de persecución sin igual y lo vamos a seguir haciendo con o sin cambios de gobierno. Por eso que no digan boberías aquellos que sostienen que somos unos de los principales instigadores de la revuelta contra el PSOE. Lo que somos es un grupo de horrorizados espectadores de lo que el PSOE actual está haciendo con la isla que amamos mucho más que otros que se llenan la boca hablando machangadas huecas y absurdas. Porque, siendo absolutamente objetivos, no se pueden hacer peor las cosas. Son los mismos que se han hecho con el PSOE como si de una marca se tratara, han asaltado el PSOE como el que asalta la sede central de la “Coca-Cola” y usa su imagen y su prestigio simplemente para garantizarse un privilegiado estatus social que de otro modo no verían ni de lejos. Encima alguno de esos recién llegados, a los que era patético ver cómo intentaban tararear la Internacional en el último congreso celebrado en la nave de Salatín, ha sido nombrado director general de la compañía. ¡Chiquito chollo!
Por desgracia para Lanzarote 2009 se inicia como terminó 2008, con el zurrón de las especulaciones a rebosar, pero sin perspectivas de futuro para todos los que concebimos la administración de lo público como algo serio, los que entendemos la política como el servicio al ciudadano, los que creemos que las cosas no se pueden dejar para mañana, hay que hacerlas hoy. Nos da igual sinceramente lo que se esté planeando en los bajos fondos de la política. Lo que queremos, lo que entendemos que quiere la mayoría del pueblo, es que se pongan a trabajar de una vez los que están, y si hay que sustituirlos por otros, que los sustituyan, pero que no arruinen otros cuatro años más, que Lanzarote no soporta otro periodo perdido y enterrado en el tiempo para que luego vuelvan a surgir los mismos salvadores de la patria que ahora no están haciendo nada más que administrar la rutina y vivir confortablemente en las lujosas casas que se pueden pagar con sus lujosos sueldos, en algunos casos, qué horror, con lujosos "sobresueldos" también.