MÁS PELOTAZOS EN SUELO RÚSTICO

También informamos en nuestra edición anterior de que estamos siguiendo la pista a las numerosas denuncias que nos llegan sobre la intensa y preocupante proliferación de construcciones en suelo rústico, alguna de las cuales tienen mucho que ver con conocidos personajes de la vida social, política y económica de este asirocado territorio. Se supone que en breve aflorará documentación al respecto, y algún que otro reincidente tendrá que volverse a poner colorado. Ahora todo el mundo escurre el bulto y trata de echarle el muerto a otro sobre el control de lo que sucede: los ayuntamientos dicen que no tienen ni competencias ni capacidad para vigilar, el Cabildo que se las han arrebatado, el Gobierno de Canarias que tiene que actuar el Seprona, y así se sigue sin hacer nada, mientras proliferan y proliferan las construcciones en suelo rústica, muchas de ellas, como se denunciaba en la mañana de este miércoles en el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio, dedicadas a uso turístico. Hay que recordar que estas construcciones ilegales o alegales en suelo rústico no sólo están dañando seriamente el medio ambiente y el escaso territorio que nos queda, están haciendo una terrible competencia desleal a los que sí que contribuyen con sus impuestos a mejorar las arcas públicas, sin hablar de la estafa que supone a empresas como Inalsa el engancharse a la red como un vecino más para no pagar el agua al precio industrial. Insistimos que el tema no es para tomárselo a broma, ni mucho menos, más que nada porque se está poniendo en peligro algo tan importante como es el escaso territorio que todavía nos queda por colonizar de cemento. Y para muestra un botón. Como adelantaba este martes la edición digital de Crónicas, la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural ha anunciado que se va a hacer pública la Resolución de 22 de junio de 2006, publicada en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), donde se sanciona a una vecina de la Isla por infracción de la legalidad urbanística. El departamento dependiente de la Consejería de Medio Ambiente del Ejecutivo regional le ha puesto una multa a esta señora de 72.000 euros por construir en suelo rústico. Mucho nos tememos que se trata de un pequeño ejemplo que poco o nada tiene que ver con las barbaridades que se han cometido en otros lugares. El caso es que Lanzarote se está convirtiendo en un manto de pequeñas casas blancas que se extiende mucho más de lo que habrían llegado a soñar nuestros antepasados más expansionistas. La cosa es grave, y merece la atención de nuestros responsables públicos. Por si acaso, se lo seguiremos recordando, con la intensidad que el caso merece. Agradecemos por cierto en este apartado del periódico, por donde algunos curiosamente inician su lectura, la información que nos llega sobre éste y otros asuntos. En la medida de nuestras posibilidades todo irá viendo la luz.