LOS DESEOS DE LOS HIJOS DE FARINELLY
Los hijos de Farinelly, perpetradores de un atraco que dejó en paños menores al del furgón que trincó el Dioni, no han ocultado jamás sus verdaderos deseos. Su intención, una vez que se quedaron con lo que no era suyo, era que se muriera el propio Farinelly, el padre. Es más, lo dicen por ahí, sin ruborizarse lo más mínimo, sin que se les caiga la cara de vergüenza. Como no tienen otra cosa en todo el día que vivir permanentemente enganchados a lo que hacen los demás, como además no entienden que Farinelly esté durando tanto, últimamente se les ve un poco más nerviosos de lo habitual. El rayito de esperanza les apareció en el horizonte cuando comprobaron que Farinelly daba signos de debilidad. Fue entonces cuando se volvieron a reunir alrededor de la mesa que le quitaron a Farinelly para planear el DF, el Después de Farinelly. Desde aquí les aconsejamos que esperen un poco, que Farinelly tiene más fortaleza de la que creen y de la que aparenta. Todavía está para dar algo más de guerra. Además, ¿qué esperan, heredar, no les parece suficiente con lo que han “heredado” ya?