LO QUE QUEDA DE LOS CENTROS TURÍSTICOS
Cómo nos gustaría iniciar el comentario de este lunes hablando de algo positivo de nuestros políticos. Cómo nos gustaría arrancar la semana con una buena noticia. Sin embargo, sólo se nos ocurre hablar de lo frustrante que resulta asistir impotentes a la lenta agonía del fruto del trabajo de muchas personas que tuvieron la visión de crear una red de centros para explotar económica y turísticamente Lanzarote, lo que hoy se conoce como Centros de Arte, Cultura y Turismo.
No vamos a volver a repetir lo nefasto gestor que es su actual responsable político, el líder socialista Carlos Espino. Eso salta a la vista, como demuestran la cuestionable contabilidad que ha llevado a la que hasta no hace mucho era una empresa pública absolutamente rentable a una situación de asombrosa ruina. Lo que queremos es que entiendan los lectores de esta casa que hay mucho gato encerrado en los despachos de los Centros, los mismos gatos que deben ser los que guardan celosamente las cuentas que dicen dónde ha ido a parar todo el dinero. Queremos, sobre todo, que comprendan lo cabreante que resulta saber que con la desastrosa gestión del pasado, antes de la creación del Ente Público Empresarial Local, había hasta beneficios. En la época en la que todo el mundo metía la mano en la caja, en la que se daban pases gratuitos a todo quisqui, en la que muchos comían y cenaban de gorra, todavía se daban beneficios a la ciudadanía. Ahora, una vez suprimida de un plumazo la figura del director gerente, pero todavía con una gestión se entiende que mucho más profesional, hay pérdidas. ¿Cómo se explica? Leyendo las cuentas que con tanto celo esconde el señor Espino.
Pero antes de entrar en el análisis del presente y del pasado de los Centros, querríamos significar algo. Este señor (lo de señor es un apelativo que le regalamos con cierta dosis de generosidad por nuestra parte) ha vuelto a mentir públicamente y de forma grave, utilizando para su mentira al propio Cabildo. Como recordarán los lectores de esta casa, el pasado día 7 de enero emitió un comunicado de prensa que decía lo siguiente:
EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE LA EPEL SERÁ CONVOCADO LA PRÓXIMA SEMANA
El consejero de los Centros, Carlos Espino, informará sobre el pago del canon al Cabildo
El consejero de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo, Carlos Espino, convocará la próxima semana un Consejo de Administración extraordinario de la entidad pública, con el fin de aclarar cualquier duda acerca del pago del canon a la primera Corporación.
Espino responderá también a los interrogantes planteados por los distintos grupos de la Oposición en Pleno y ante los medios de comunicación con respecto a este asunto.
La convocatoria del Consejo de Administración materializa el compromiso del consejero, adquirido en la sesión plenaria del pasado mes de diciembre a instancias de Coalición Canaria.
Arrecife, a 7 de enero de 2009
Como habrán caído ya, la pasada semana pasó, y, salvo error u omisión, no hubo convocatoria de ningún tipo. Es decir, otra vez más el secretario general de los socialistas de Lanzarote ha metido una enorme trola pública y no pasa nada. Y es que no parece importante que se ensucie el nombre de una institución como el Cabildo con este tipo de cuestiones. No sabemos cuáles son las explicaciones que va a dar al respecto en los medios afines, esos que le ríen las gracias. Lo que sabemos es que una vez más se le ha cogido mintiendo, algo que antes, cuando la política era algo más serio, solía costar muy caro. Por mucho menos se ha hecho dimitir, por ejemplo, al presidente del Real Madrid. Y es que mentir de forma tan descarada no puede ser gratuito. Alguien debería parar esto.
Entrando en el análisis de los Centros, deberíamos resaltar varias cuestiones. La primera, que no hace falta ser un genio para saber que la gestión de la empresa pública en la época anterior a la creación del EPEL era un auténtico desastre. En el informe de auditoría realizado por la empresa KPMG sobre el periodo comprendido entre 1997 y 2004 se llegó a varias conclusiones curiosas: cosas como que poco después de las elecciones de 2000 se produjo un incremento del gasto global de 3 millones de euros “que no se explica”, con gastos de publicidad, imprenta y diversos servicios desorbitados; que los gastos se realizaron sin el preceptivo contrato; que en los años 1999 y 2000, periodo en el que se concentran las mayores irregularidades, el departamento se encontraba en manos del PSOE, formación que se gastó 3 millones de euros más de lo habitual en medios a través de este departamento; que no estaba acreditada la existencia de la recepción formal de productos y servicios suministrados por los proveedores, etcétera, etcétera, etcétera...
Todo eso y muchas otras cosas más sucedían en aquel periodo, periodo en el que, insistimos, se entregaba luego una cuenta de resultados positiva. Es decir, sobraba dinero. Es decir, se pagaba el canon correspondiente al Cabildo. ¿Qué ha sucedido en este tiempo para que con una teórica gestión profesional encima se obtengan pérdidas, qué ha ocurrido cuando además se han desvelado por fin los datos oficiales de entradas de visitantes y se ha detectado un importante incremento con respecto al año anterior, dónde ha ido a parar el dinero de esas más de 2 millones de personas que han visitado los Centros, dónde ha ido el dinero de la gente que ha utilizado los servicios de restauración o que ha comprado cosas en las tiendas? Sólo el señor Carlos Espino y los gatos celosos que tiene en su despacho lo saben.
Para desgracia de muchos, en esta casa nos hemos caracterizado siempre por investigar a fondo todos los asuntos. Para desgracia nuestra, en el pasado era más fácil llegar a la información, porque siempre te encontrabas un funcionario honrado o un político honrado que te filtraba las cosas. Así, gracias a las filtraciones, es como se han destapado los casos más importantes del periodismo-denuncia, casos como el Water Gate que costó el cargo a Nixon en Estados Unidos o casos como el de los GAL trayendo el asunto a nuestro país. En Lanzarote una filtración nos llevó a destapar el caso Forelan, que acabó en los tribunales de mala manera. También nos gustaría destapar el “caso Centros Turísticos”, aunque son muchas las dificultades que estamos encontrando. Nos da la sensación de que la red clientelar de la política actual está tan extendida que no quedan personas dispuestas a tirar de la manta. Los que no comulgan con las prácticas raras están aburridos, y los que no están aburridos están implicados. Es difícil, pero que los ciudadanos de bien no se preocupen: la verdad tarde o temprano termina saliendo a la luz.
Insistimos en reseñar que seguimos teniendo una curiosa información del pasado que parece haber despertado nuevamente el interés de gente de fuera de Lanzarote. Otra cosa buena que tenemos (no va a ser todo malo) es que guardamos todos los documentos. Y en el caso de los Centros Turísticos tenemos carpetas completas que demuestran quiénes eran los que más veces metían la mano en el cofre del tesoro.
Por cierto, que pensábamos que la mayor crispación la teníamos aquí en Lanzarote. Nada que ver con lo que está pasando en Gran Canaria, donde los problemas entre la prensa afín y no afín al PSOE es increíble. Si no, lean los ataques e insultos que se lanzan entre el Canarias 7 y el Canarias Ahora. Todo un ejemplo para las nuevas generaciones de periodistas. La política actual está haciendo mucho daño a la sociedad, y los medios deberían contribuir a cambiarlo.