LAS PALABRAS DE CABRERA Y LA SALIDA DE DIMAS

La salida de Dimas Martín de la cárcel de Tahíche ha supuesto una buena noticia para mucha gente, especialmente para los suyos. Lo comentó en rueda de prensa este miércoles su hijo Fabián, después de explicar lo insólito de un permiso de un día que se junta casi con la concesión del tercer grado, hecho oficial este mismo jueves.

La salida de Dimas Martín parece haber tenido además un efecto fulminante en alguno de sus compañeros, como es el caso del portavoz del partido, Manuel Cabrera. De otro modo no se explican las contundentes declaraciones que hizo este miércoles en el programa "El Despertador" de la 95.8, declaraciones que han sido muy comentadas y que han provocado una riada de escritos en nuestra nueva edición digital. Esta vez no usó la retranca, no se contuvo como ha tenido que hacer en tantas y tantas ocasiones para no erosionar el pacto más de lo que ya está. Dijo ni más ni menos lo que piensa todo el mundo en el PIL, que están cansados de sus socios de gobierno, que están hartos de que no cuenten con ellos para casi nada y que no aguantan más la dañina campaña de promoción que están perpetrando tanto Manuela Armas como Carlos Espino en su empeño de seguir publicitando en medio mundo el tema de los hoteles. Piensa Manolo Cabrera, como pensamos nosotros, que este tema tiene que parar de una vez por todas por infinitas razones. La presidenta ya ha tenido sus 59 segundos de gloria y ahora debería ponerse a trabajar, si es que no la organiza otro viajecito el señor Espino para tenerla entretenida y lo más alejada de Lanzarote posible.

Estamos convencidos de que Dimas Martín no aprueba este asunto, siendo como fue uno de los presidentes que también interpuso varios pleitos contra licencias concedidas por los ayuntamientos de Yaiza y Teguise. Una cosa es luchar contra la ilegalidad y otra muy distinta vender una imagen de Lanzarote absolutamente distorsionada. Muchos peninsulares y gente de otros países se dirigen a este medio a través de Internet para preguntarnos un sinfín de cosas sobre Lanzarote, gente que quiere visitar la Isla y solicita información. Es un servicio que prestamos encantados, porque somos conscientes de que todos vivimos directa o indirectamente del turismo. Los que hacen referencia al tema de los hoteles coinciden en un error: piensan en su mayoría que lo que ha hecho el Cabildo es frenar la construcción de 22 hoteles, lo que habría estado muy bien, genial; cuando les explicamos que los hoteles están abiertos al público y funcionando no entienden nada. No nos extraña. Es un asunto tan complejo que reducirlo a un titular tipo El País o tipo Manuela Armas es bastante desacertado. Por decirlo suavemente.

Nos cuentan que el líder del PIL está muy insatisfecho con la forma en la que caminan las cosas. No es para menos. No es bobo, y ha seguido cada día, aunque haya sido desde Tahíche, la actualidad informativa. Una actualidad que al margen de la posición editorial de cada uno muestra una realidad, que tenemos al frente de la principal institución de Lanzarote a una persona que no hace nada más que derrochar el dinero público y soltar en todos los foros donde la escuchan y la jalean que Lanzarote es la isla “más insostenible” del Archipiélago canario. En no pocas ocasiones hemos manifestado nuestras dudas sobre el hecho de que el enfado del líder del PIL pase más allá de simples advertencias a sus socios como la que ha hecho Manolo Cabrera.

Son muchas las personas que confían en el PIL, que confían en un partido inconformista y rebelde como pocos, que, como rezaba uno de sus eslóganes de campaña, ha tenido que luchar no pocas veces “contra viento y marea”, demostrando en las últimas elecciones locales que es bastante complicado terminar con él. Imaginamos que conforman el mismo grupo de votantes que no entenderían que ocurriera algo parecido a lo que sucedió cuando su líder salió la primera vez de prisión y ofreció una rueda de prensa en su casa de Guatiza. Recordarán que allí se quejó también de la marcha de las instituciones, y habló de la necesidad de buscar los mecanismos que unan nuevamente el nacionalismo en Canarias. ¿Qué ha cambiado desde entonces? Nada. Incluso nos atreveríamos a decir que las cosas están mucho peor.

Con el dineral que se han gastado en el Cabildo en estudios absurdos se habría cubierto, por poner un simple ejemplo, una de las demandas más justas de las últimas que se han escuchado, la de los trabajadores del Hospital Insular, que lo único que quieren, ¡qué osados!, es que se aumente la plantilla para que puedan dar un mejor servicio a nuestros mayores. En lugar de atender esta justa reivindicación, en lugar de plantear lo importante que sería crear más puestos de trabajo en estos tiempos de crisis, Manuela Armas prefiere seguir firmando resoluciones para gastar miles de euros en Dios sabe qué y con Dios sabe qué objetivos. Unos pocos se están hinchando en el Cabildo, mientras muchos, la mayoría, las estamos pasando canutas.

Dimas no es ajeno a esta circunstancia, insistimos, y entendemos que va a actuar. Ahora, ¿cuándo lo va a hacer, cómo lo va a hacer?

Nos decían estos días algunas personas que conocen bien al PIL que empiezan a sonar tambores de guerra. Hay muchos que se están preparando para ir a la batalla, armados hasta los dientes. ¿Serán algunos de los sacrificados de turno que morirán con las botas puestas o se convertirán en los líderes de una revolución activa y triunfante? No lo sabemos. Ahora, lo que sí que sabemos es que los políticos con cargo público bien remunerado de Lanzarote no deberían irse demasiado lejos de la Isla en estas Navidades. Por si acaso. Pasar cosas van a pasar, y algún toque de atención va a haber. Tiempo al tiempo.