LA TRAMA DE INALSA SE ENREDA
Algo nos decía que los líos que se han producido en Insular de Aguas de Lanzarote (INALSA) desde hace años tendrían notables consecuencias. Las estamos viendo ahora, después del conocimiento del laudo que determina el pago a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) de la friolera de diez millones de euros por incumplir con el contrato de adjudicación de la planta de Janubio, en Yaiza. Este martes se produjo un más que interesante debate en el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio para analizar este peliagudo asunto, debate que quedó mínimamente cojo por la no asistencia del actual consejero delegado de la compañía, Mario Pérez, quien se excusó, sin que gustara demasiado al resto de contertulios, diciendo que no le parecía correcto intervenir cuando el proceso de investigación del tema está en marcha. Sí que estuvieron nada más y nada menos que el ex presidente del Cabildo Enrique Pérez Parrilla, perfecto conocedor de la situación de la obra, la consejera delegada de Inalsa que firmó la adjudicación, Plácida Guerra, el ex consejero delegado de la compañía que más luchó para que no se llevara a efecto, Pedro de Armas, y uno de los sindicalistas que más protestó en la calle no sólo contra la planta de Janubio sino contra lo que él y otros trabajadores entendieron como un posible intento de privatizar la empresa por parte de Dimas Martín. Como en esta sección no estamos para aburrir, recomendamos a nuestros estimados lectores que lean atentamente el resumen que se ha hecho de esa interesante lectura. Lejos de aclararse el panorama parece que se enreda todavía más. Hay cosas que no se sabían y que han salido ahora a la luz, detalles que se ocultaron intencionadamente a los medios y a los ciudadanos que ahora poco a poco se van conociendo. No estará de más que asuma la responsabilidad del desaguisado aquel que la tenga que asumir, y que se pleitee lo que haya que pleitear para evitar el pago de la multimillonaria cantidad que se exige. Inalsa es una compañía vital para la Isla, y no podemos ni debemos permitir que se hunda con este tipo de cuestiones ajenas por completo a la ciudadanía.