EL ESCÁNDALO DE LAS CONSTRUCCIONES EN SUELO RÚSTICO

Estamos siguiendo la pista a las numerosas denuncias que nos llegan sobre la intensa y preocupante proliferación de construcciones en suelo rústico, alguna de las cuales tienen mucho que ver con el Calvo Multiforme y otros sospechosos habituales de esta singular sección. Pero pongámonos serios por un momento. Este lunes el alcalde de Yaiza, José Francisco Reyes, al que muchos ven como el Diablo de Timanfaya de la construcción turística, denunció la proliferación de construcciones en suelo rústico con informe favorable del Cabildo contrario completamente al criterio municipal. Hemos comprobado en varias tomas aéreas que se han hecho recientemente de la Isla que a pesar de su queja, no es precisamente Yaiza el municipio en el que más se ha construido en suelo rústico. Hay otros, gobernados por antiguos compañeros de partido de Reyes, en los que se han cometido muchas más atrocidades, de las que muy pronto tendrán cumplida cuenta. Y no es para tomárselo a broma, ni mucho menos, más que nada porque se está poniendo en peligro algo tan importante como el escaso territorio que todavía nos queda por colonizar de cemento. Y para muestra un botón. Como adelantaba este martes la edición digital de Crónicas, la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural ha anunciado que se va a hacer pública la Resolución de 22 de junio de 2006, publicado en el BOC, donde se sanciona a una vecina de la Isla por infracción de la legalidad urbanística. El departamento dependiente de la Consejería de Medio Ambiente del Ejecutivo regional le ha puesto una multa a esta señora de 72.000 euros por construir en suelo rústico. Mucho nos tememos que se trata de un pequeño ejemplo que poco o nada tiene que ver con las barbaridades que se han cometido en otros lugares, algunos, para que nadie se dé por aludido, gobernados también por alcaldes que no han sido compañeros de Reyes. El caso es que Lanzarote se está convirtiendo en un manto de pequeñas casas blancas que se extiende mucho más de lo que habrían llegado a soñar nuestros antepasados más expansionistas. La cosa es grave, y merece la atención de nuestros responsables públicos. Por si acaso, se lo seguiremos recordando, con la intensidad que el caso merece. Dicho esto, mañana dedicaremos especial atención a lo expuesto por la organización ecologista Greenpeace en su último informe, porque no siempre se tiene por qué estar de acuerdo con todo lo que dicen los ecologistas. Algunas veces se equivocan, y no todo es tan negro como lo pintan.