EL FUTURO INSTITUCIONAL

Mucha gente nos pregunta estos días, pensando que sabemos más de lo que contamos, qué va a suceder con el pacto entre el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y el Partido Socialista Canario (PSC). Nosotros creemos que tiene menos futuro que un dulce en la puerta de una escuela, aunque en la política canaria en general y en la política lanzaroteña en particular es mejor no apostar nunca a seguro. Lo que sigue siendo evidente, lo que se palpa incluso en tiempo de fiesta y de puente como el que disfrutamos, es que las relaciones entre ambos partidos están muy deterioradas. La situación es especialmente difícil en Arrecife, donde hay ya dos bandos absolutamente diferenciados, y lo que es peor, enfrentados. Como ya dijimos en ediciones anteriores, esta situación no se puede sostener por mucho tiempo, sobre todo por el bien de Lanzarote y de los lanzaroteños, cansados como estamos de que las cosas no funcionen en política por culpa de los políticos. Es malo que se rompan pactos, pero mucho peor es que se mantengan de forma forzada, porque así tampoco funcionan. Si no hay sintonía, que rompan y que dejen de mentir a los ciudadanos. Y si no, que se pongan de acuerdo, se sienten a hablar, arreglen las diferencias, y se pongan a trabajar de una vez por todas. Ahora, entendemos perfectamente el relativo mutismo y la prudencia de la gente del PIL. Parece que se han dado cuenta de que hablar en exceso no les beneficia.