DOÑA LOLY, LA SEMBRADORA DE VIENTOS

Nos hemos propuesto, con afinidad o sin ella, con perfil o sin él, no ser demasiado puñeteros con la presidenta de la gestora del Partido Popular (PP) en Lanzarote, doña Loly Luzardo. Pero es que esta mujer nos lo pone a huevo un día sí y otro también para cuestionar sus dudosas actuaciones políticas y no tan políticas. Últimamente no da una a derechas, y eso que nadie le puede acusar precisamente de ser de izquierdas. Parece que el concepto de democracia se le ha ido de la cabeza, ella que tanto ha presumido en el pasado reciente y en el presente pasado por agua de ser más demócrata que nadie. Y no nos estamos refiriendo sólo a su empecinamiento en no atender las reclamaciones de todos aquellos que piden que se celebre un congreso antes de las elecciones y no se llegue a la confección de las importantes listas con el actual panorama -todo hay que decirlo por el ordeno y mando del otro demócrata del carajo, su jefe el señor Soria-. Nos referimos a la curiosa forma que tiene ella de entender el equilibrio de poder y el equilibrio entre los medios de comunicación. Al final va a resultar que tiene razón el secretario de Comunicación del Partido Socialista Canario (PSC) en Lanzarote, Miguel González, cuando habla de afinidad del PP con algunos medios. Pero a lo mejor va a resultar que don Miguel se equivoca de medios. Doña Loly, se lo hemos dicho muchas veces, siga sembrando vientos y seguirá recogiendo tempestades. Por cierto, que tienen razón también algunos que dicen que esta mujer se parece cada día más al Cojitranco, otro que no da una a derechas ni a torcidas.