DON ANTONIO Y EL FUTURO DEL PIL
No tenemos más remedio que iniciar nuestro particular relato de hoy hablando de la noticia de este miércoles, el para algunos sorprendente anuncio de Antonio Hernández. Poco podemos decir que no hubiéramos dicho antes. Es tan raro este tipo de comportamiento en política, que no se puede hacer otra cosa que aplaudirlo y respetarlo. Aplaudirlo porque Antonio Hernández se podría haber quedado con el acta de concejal que le pertenece por la aplicación de nuestro sistema político, y no lo ha hecho. La ha entregado, lo que es muy poco frecuente: así rápidamente se nos vienen a la memoria muy pocos casos, el de Miguel Ángel Remedios, el de Pacuco Rodríguez o el más reciente de Marcos Bergaz; no son demasiados. Respetarlo porque respetamos a la persona. Entendemos por lo que ha pasado y comprendemos perfectamente lo que ha hecho. No creemos que a nadie del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) le quede un resquicio de duda sobre el comportamiento honorable del que ha sido su presidente en una de las etapas más complicadas (si no la más complicada) de la convulsa historia de esta formación. Suerte, Don Antonio. Ahora viene el día después, el día después del PIL. Y otro Antonio entra en escena, Antonio Barambio. Es el encargado de asumir de forma provisional las riendas del PIL. También hay que desearle suerte, aunque creemos que con la marcha de Don Antonio se han liberado muchas tensiones.