EL CUARTETO SE HACE SEXTETO
Como reza el titular de este zurriagazo de hoy, el Cuarteto se ha querido convertir en Sexteto, y es que los arruajes todos juntos han querido ampliar el chiringuito que tienen montado. Lo que en principio fue un trío -penoso trío-, luego se hizo cuarteto, y ahora sexteto. Lo explicamos. A nuestros queridos y entrañables Elvis, el Olímpico, Castelar y el Pianola se han sumado como si de dos ladillas se tratara Bigote Arrocet (nada que ver con el humorista) y el Chorrillo, este último imposible de quitárselo de encima. Es tal el cúmulo de despropósitos de este singular grupo musical -lo de musical es por decir algo-, que se las están viendo y deseando para conseguir un contratito en las muchas fiestas que se celebran a lo largo y ancho del verano. Nos han contado que Miguel Martín, el alcalde de San Bartolomé, es el que más está sufriendo la pesadez del sexteto. Están todo el día venga a llamarle, venga a darle la murga con la historia de los contratos. Tanto es así que el también presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Vino de Lanzarote -¡chos, que nombre más largo!-, les ha recomendado que cambien de oficio, que dejen el nada brillante camino por el mundo de la canción y formen un grupo de plañideras. Seguro que les iría mucho mejor. Así el negocio puede prosperar, aunque mucho nos tememos que les convendría apartarse algo de la política, porque es un terreno que no pisan con demasiado brío.