CUANDO NO SALÍ DE CUBA
“Cuando salí de Cuba, dejé mi vida, dejé mi amor, cuando salí de Cuba, dejé enterrado mi corazón”... Más o menos esto es lo que rezaba una canción que hizo popular en España Luis Aguilé en los tiempos en los que las corbatas llegaban hasta la rodilla. Nosotros conocemos a alguien de Lanzarote relacionado con el mundo de la política que canta algo parecido: “Cuando salí de Lanzarote rumbo a Cuba dejé un montón de líos y un montón de cuentas pendientes”. Se trata de un personaje curioso del que ya les hablamos en días anteriores que se tropezó con el empresario Juan Ferrer y que parece que no tiene muchas ganas de salir de la isla gobernada con mano firme aunque un poco enferma por Fidel Castro. No sabemos si no quiere volver a Lanzarote porque sabe que aquí le espera una buena o porque allí se lo está pasando en grande. Y es que, queridos amigos, el amor y el frenesí pueden con todo. Nos cuentan que al sujeto en cuestión se le ha unido otro personaje del mismo pelaje, alguien con quien va a formar una sociedad de la que les hablaremos en próximos capítulos. Esto de la política cada vez está peor.