CON EL PICO BAJO EL ALA
Alatrasto, como unos buenos amigos han rebautizado al Sargento Alatriste, y su inseparable Lito, están por así decirlo un poco jodidos. De golpe y porrazo toda su prepotencia se ha caído al piso después de quedar deslumbrados y cegados por el poder de un “armado” caballero, quien, sin armadura ni nada que se le parezca, vino raudo y veloz para ponerles en su sitio. Y es que, estimados amigos, Alatrasto y Lito, que son los últimos en llegar al convite, se piensan que las cosas se pueden hacer como a ellos más les conviene. Y no es así, la jerarquía es la jerarquía, y hay otros que mandan mucho más que ellos. Ahora nos cuentan aquellos que les han vuelto ver llorar por las esquinas que están muy cerca de determinado excusado, seguramente que al ladito mismo del lugar en el que se quedó hace tiempo atrapado Barrilete, al que sabemos de buena tinta que le han vuelto a dejar con el pico bajo el ala. Ahora sólo les faltaba a Alatrasto y a Lito que Barrilete intentar llegar a un acuerdo preelectoral. No les decimos dónde iban a acabar los tres.