CÓMO HEMOS CAMBIADO

Coalición Canaria vuelve a afrontar los comicios locales como favorita para ganar en más sitios. Su política de aspiración de partidos pequeños está dando frutos, salvo con el UPY de Gladys Acuña y compañía. Algunos, sin embargo, perciben peligro en el excesivo optimismo y cierta pasividad en la brega. En el PSOE están ahora más centrados en las generales, una vez que han superado el terrible cisma que se habría organizado si De Anta no gana las primarias en la capital. Habrá sorpresas de última hora

Este año se ha puesto de moda una de esas estupideces que se ponen de moda al cobijo de las modernas redes sociales: comparar cómo era la gente en 2009 con su estado actual una década después, en 2019. Una estupidez como otra cualquiera teniendo en cuenta que la década que por lógica se debería comparar sería la que va de 2010 a 2020. ¿Qué harán los “influenciadores” sociales para el próximo año si ya se han pisado la última gracia? Nosotros, por no ser menos, y porque estamos repasando los últimos años de la historia de Lanzarote para escribir un artículo de carácter político de esos que interesan sólo en un territorio como el nuestro, hemos querido hacer una comparación que arranca en 2011. Sí, lo lógico habría sido utilizar el año 2009, pero en ese año no hubo elecciones, y la comparación no habría tenido tanta gracia.

De entrada, como diría Alfonso Guerra, el panorama político actual no se parece nada al que parió alguna madre en 2011. El ambiente prebélico de entonces, con el Espinismo en el caso del Partido Socialista (PSOE) casi acorralado y con una Coalición Canaria (CC) llena de follones internos pero lo suficientemente fuerte como para amenazar el poder de los socialistas, no tiene nada que ver con el actual. O sí. Lo cierto es que, como soltó estos días Manuel Cabrera en nuestra emisora de radio cuando quiso hablar de una especie de “ley del silencio” impuesta en su contra por los medios afines a los dos regímenes, tanto el PSOE como CC siguen conformando dos bloques sólidos en Lanzarote que cuentan cada uno con los empresarios de turno que les respaldan y les presionan y con los medios de comunicación de cabecera que evidentemente editorializan a favor de aquel que les da las instrucciones del día. El que no se somete, pues ya sabe el despierto lector lo que le sucede, se le hace sentir en el cogote una enorme presión casi siempre a través de ese instrumento que todavía utilizan muy bien los políticos, el de la publicidad institucional. Por suerte, en este medio podemos presumir de haber sido objeto de presiones y de vetos por parte de ambos bloques, a los que se han sumado otros partidos que ejercen como medianeros de los grandes. Otro día les explicamos los entresijos de estos vetos y lo que el ciudadano debe saber antes de depositar su voto en las próximas elecciones.

Pero volviendo al objeto del confidencial de esta semana, sólo hay que ver la imagen que ilustra nuestra particular información para darse cuenta de que en uno de los bloques, el de CC, han cambiado muchas cosas, sobre todo han cambiado muchas caras. Los “camisas blancas”, que fue el grupo que en un acto en Haría quedó y se coordinó perfectamente para dejar mal a los “camisas normales”, han desaparecido del mapa.

En la imagen se observa la silueta de alguien que ya apuntaba alto y que finalmente, a pesar de estar en un segundísimo plano en la foto de campaña, se ha hecho casi con el control total del cuadro de operaciones. No es otro que Pedro San Ginés. En aquel momento tenía personas por delante que por unas razones y otras que sería muy largo relatar se han ido quedando por el camino. Algunas de esas personas han tratado de volver, de recuperar el poder y el espacio perdido, pero en la actual Coalición no existe una sola grieta por la que filtrar absolutamente nada, y mucho menos la disidencia o la discrepancia interesada de antaño. ¿Poder absoluto ejercido absolutamente o poder asambleario bien dirigido? Cada cual que responda lo que cree que sucede. Si se fija bien el despierto lector, ni Carmen Morales, ni Inés Rojas, ni Manuel Fajardo Feo, ni Pedro Calero, ni Pepe Torres ni Leonardo Rodríguez están ya ni en la primera ni en la tercera línea de salida de los nacionalistas. Sólo han sobrevivido al paso del tiempo Jesús Machín, al que no lo sacan de ahí ni los tanques de la Brunete, Oswaldo Betancort, que se ha mantenido gracias a sus sorprendentes logros electorales y a que sabe nadar y guardar la ropa como nadie, y el que dicen las lenguas de triple filo que lo controla todo, Pedro San Ginés. ¿Es la actual Coalición Canaria más fuerte que la de 2011? Es evidente que sí. En especial por la inteligente táctica que están llevando a cabo de aspirar todo aquello que se ha quedado desperdigado fuera de su calentita manta. De hecho, el único acuerdo que se les ha resistido ha sido el que deben cerrar con Unidos por Lanzarote (UPY), que es quien realmente pone pegas dentro del “potaje” que conformaron con el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y la Agrupación Socialista por Lanzarote (ASL). Otro día contamos la verdad que Gladys Acuña y los suyos no cuentan de la famosa furgoneta, ese cartel de campaña ambulante que tantos problemas ha causado en estos días. Algunos no están jugando limpio, y el tiempo dirá quiénes son y por qué. Ahora, esta vez sí el alcalde de Teguise enseñó los dientes a su querida amiga del sur, al recordar también en nuestra emisora de radio que son ellos los que necesitan más a Coalición si quieren entrar en el Parlamento y no al revés. ¿Por qué tanta duda de la gente del sur? Hay una razón, y bastante curiosa. Ahora, ni el de los dientes ni los que están de uñas con este acuerdo, como son los integrantes de CC en el Comité de Yaiza, van a saber cuál es hasta ultimísima hora.

El caso es que Coalición está haciendo a juicio de cualquiera con un mínimo de criterio las cosas bien. Sin embargo, de último se observa algo curioso. Están tan mal sus adversarios, en especial el Partido Socialista (PSOE), que se percibe en general cierta relajación, si exceptuamos al incansable Echedey Eugenio, que es el único que se está pateando cada uno de los rincones de la capital, y a Oswaldo Betancort, que está de campaña permanente desde que comienza el día, como debe hacer cualquier político que quiera continuar en un cargo. El resto, incluyendo a la organización, rezuma exceso de confianza y cierta pachorra. Algunos expertos podrían decir que en algunos casos se podrían llevar una sorpresa, y perder no porque sus adversarios sean mejores o lo hagan mejor, sino por pasividad en la brega. Que ellos ganaran a Pepe Torres en Haría en los últimos comicios fue una sorpresa. ¿Vendrá la sorpresa para ellos por otro lado? Hay gente que ha hecho números y que nos asegura que sí.

Pedro San Ginés no mandó siempre. De hecho, en aquel 2011 mandaban otros, los "camisas blancas", término que acuñamos en este diario para referirnos al grupo que lideraba Paulino Rivero y que de forma muy atinada retrató José Luis Carrasco para una inmortal estampa del diario Canarias 7. Es curioso ver cómo ha castigado el tiempo a los coordinados y a los mullidores de estrategias, a aquellos que se organizaron tan bien alrededor de la figura que creían perenne de Paulino Rivero. No es extraño teniendo en cuenta el tipo de asesoramiento que recibían. No queda ni uno. Los descoordinados no lo eran tanto, y el hábito en aquel caso desde luego no vistió ni hizo al monje. Carmen Morales y Mame Fernández ya no están ni con unos ni con otros, pero los tres que estaban a la siniestra de Paulino, Pedro San Ginés, Suso Machín y Oswaldo Betancort, no sólo están sino que lo hacen con mando en plaza y para quedarse. Cada uno a su manera y con sus objetivos, que son totalmente distintos.

Y en estas llegaron las elecciones generales: otro lío. El nivel de autodescarte de los nacionalistas ha sido incluso hasta ridículo. Nadie quiere encabezar la lista al Senado, y mucho menos embarcarse como embarcaron a Oswaldo Betancort en la lista al Congreso. Curiosamente lo hacen cuando CC tiene posibilidades reales de ganar la codiciada plaza en Madrid. ¿Quién va a ser finalmente? No lo saben ni ellos, pero la cosa debe estar entre aquellos que se queden más descolgados en las listas, gente como el silencioso e invisible Isaac Castellano.

El otro bloque

En el bando contrario, si nos referimos a los grandes partidos, está el PSOE. Como siempre terriblemente mal asesorado, aplicando estrategias sectarias y con una política de comunicación totalmente errónea, en la que vuelven a diferenciar a los medios buenos de los malos, y vuelven a rescatar los mismos temas y los mismos fantasmas que les atormentaron en el pasado. Espinismo al cien por cien. Error, craso error.

Los socialistas miran de reojo a su principal enemigo, que no es otro que Coalición. Lo hacen sorprendidos por lo relativamente bien que les va su campaña de aspiración de partidos y de personas que deambulan por el complejo ámbito de la política insular. Y miran sin reaccionar, todavía pendientes de solventar problemas internos que se han originado en Arrecife y que se han extendido a municipios como Teguise, donde la colocación a dedo de Marcos Bergaz como candidato a la Alcaldía sentó como una patada en el hígado a una Agrupación Local que tenía sus propios planes. Ya contó Rocío Arredondo en nuestra emisora que pasó unos días horrorosos, y que no dimitió no porque no estuviera de acuerdo con José Brito y Emma Cabrera, sino porque pensó que no debía dejar al PSOE sin un solo concejal que pudiera hacer oposición en estos meses claves para colocar de nuevo a cada uno en su sitio. Lo de Arrecife, lejos de lo que pudiera parecer, se resolvió como ya adelantamos en el anterior confidencial. La cúpula del partido realmente estaba con Eva de Anta. Los numerosos errores cometidos por el equipo que lideraba en la sombra Nieves Rosa Hernández les condujeron al dramático fin, que no fue otro que el de palmar unas elecciones internas que se suponía que iban a ganar de calle. No supieron leer entre líneas, y utilizaron además a un elemento tóxico dentro del partido como es el ya defenestrado David Duarte. El hombre anda soltando por todas las esquinas que está esperando a la vuelta a Eva de Anta y a Loli Corujo, que se las van a cargar cuando fracasen en las elecciones generales. Seguramente que no dirá lo mismo cuando le monten una gestora en Arrecife. Y es que, queridos opositores al poder establecido, no se puede poner en duda el poder absoluto cuando una mujer como Corujo lo ejerce también absolutamente. Porque si algunos sostienen que Pedro San Ginés manda mucho, ¿qué se puede decir de la todavía alcaldesa de San Bartolomé?

Pero el problema del PSOE no estaba sólo en Teguise y en Arrecife. Todavía no han sabido encauzar el drama que se ha producido en Tías, donde el grupo liderado por Gustavo Cruz ha desaparecido en combate, dejando a su hermano José Juan y al resto sin la fortaleza suficiente como para toserle en el morro a Pancho Hernández, que ya huele una victoria sobrada en los próximos comicios. Ya nos ocuparemos en próximos confidenciales también del Partido Popular (PP) y del resto, que merecen caso propio. Y qué decir de Tinajo, lugar donde dieron ejemplo de consenso entre los dos bloques enfrentados y que alguien lo ha estropeado a última hora propagando un absurdo rumor por el municipio de que Urbano Hernández se había ofrecido a CC, cosa que es totalmente falsa e injusta. Falta por anunciar la candidatura de Yaiza. Ojo con los problemas del PSOE en el sur. Allí Gladys Acuña sigue maniobrando a su antojo, y sigue sumando adeptos a su nueva causa, entre ellos varios de las filas socialistas.

Y a todas estas también les llegaron las generales. Al contrario de lo que sucede en CC, en el PSOE todo el mundo quiere ser candidato al Senado. No es para menos. Son conscientes de que el hundimiento en las encuestas de Podemos y del PP les da una oportunidad real en Lanzarote de ganar la plaza y el sueldazo en Madrid. ¿Quién va a ser finalmente el candidato o la candidata? Está claro que la persona que elija Corujo, si no la tiene elegida ya. Lo lógico sería que fuera Ariagona González, pero en política, y sobre todo en estos dos grandes bloques en Lanzarote, la lógica rara vez se aplica. El primer Comité en soltar nombres ha sido Tías: nada menos que un cuarteto compuesto por dos personas relativamente jóvenes como Ariagona González y Lucía Olga Tejera y dos viejos rockeros como Marcial Martín y Manuel Fajardo Palarea, ambos resucitados del cementerio de políticos olvidados. Una vez resuelto que Corujo y Marcos Hernández ocuparán los dos primeros puestos de la lista al Parlamento, quién de estos cuatro se llevará el gato al agua. Hagan apuestas.