BOFETADAS A ANTONIO HERNÁNDEZ
Resulta curioso y hasta gracioso observar cómo en algunos medios de comunicación y por parte de muchos políticos se está intentando cargar todo el muerto de la crisis política entre el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y el Partido Socialista Canario (PSC) a Antonio Hernández. Algunos, que saben más bien poco de política, consideran que es el único responsable de lo ocurrido, que la tremenda rajada que hizo en el programa que dirige y presenta Agustín Acosta por las mañanas -amenaza también a algunos que lo querían enterrar (periodísticamente, se entiende) que por muchos años- fue espontánea, propia de un ingenuo recién llegado que no sabe lo que dice. Está claro que Antonio Hernández sabía lo que decía, y es evidente que no hablaba en su nombre, hablaba como presidente del PIL, y hablaba con el respaldo de sus compañeros, y de su líder. ¿O es que nos vamos a olvidar ya que fue el propio Dimas Martín el que dijo en la rueda de prensa de su casa de Guatiza que no le gustaba nada cómo marchaban las instituciones, cómo marchaba en definitiva el pacto? Antonio Hernández no ha sido más que el portavoz de un malestar colectivo, que evidentemente ahora, por razones que entendemos que saltan a la vista, se quiere suavizar. Por cierto, que el verdadero portavoz del partido, Manuel Cabrera, no las tuvo todas consigo en la entrevista que mantuvo este miércoles por la mañana con el decano de la prensa insular. Menos mal que al menos salió en defensa de su presidente, menos mal que dijo que Antonio Hernández “nos representa a todos muy bien porque las ganas y la ilusión que Antonio tiene y la claridad con la que habla creo que es digna de elogio y de mención”. Según explicó, “está expresando muy bien en su boca lo que nosotros queremos, que es que esto camine, vaya y que sea un revulsivo para la Isla que es lo que la gente esperaba de nosotros”. Otra cosa habría sido impropia de él.