Análisis Literario
Mario Crespi
Cada época ha tenido su estilo literario. Muchas veces reflejo de sus costumbres, convencionalismos y formulas sociales. Así en la antigüedad, los clásicos, con su retórica llena de simbolismos, y su formula casi poética. Lectura que en la actualidad puede resultarnos pesada. En el Renacimiento, con un fondo romántico, tendían a idealizar tanto la figura del amor, la mujer, el heroísmo y los ideales. El siglo XIX lo encuentro, y es mi particular visión que quizás la mayoría de los lectores no compartan, hipócrita y pedante. Esa visión de un mundo sofisticado socialmente, con sus salones elegantes, sus tertulias intelectuales; donde, si uno fuera un lector extraterrestre, pensaría en una sociedad sin sexo, sin pobreza, sin crimen, ya que en la mayoría de la novelística de la época estos temas o no se mencionaban o eran tratados como cosa marginal. Por supuesto hay excepciones a esta, mi particular visión, pero pienso que el estilo de la época, marcado por esa frigidez victoriana, no lo hace atractivo para el lector actual. Y eso nos trae a la literatura actual. Como expreso en el comienzo de este artículo, también es un reflejo de esta nueva sociedad, donde estamos marcados por un realismo que a veces hasta parece brutal. Pero en nada exagerado, pues la violencia que leemos es la que vivimos. No esta presente solo en la media. Los libros de hoy en día no nos escamotean nada de lo que ocurre en la calle. El liberalismo sexual, esta presente en casi todo lo que vemos o leemos. Con descarnado realismo. El ser humano es complejo, a veces brutal, está lleno de sentimientos encontrados, como los celos, la envidia, el desapego. Pero también heroísmo, desprendimiento y pasión. En fin humano y real. Y no tenemos porque ocultarnos. Las nuevas generaciones de escritores nos muestran tal cual somos y eso me parece no solo válido sino importante. Los ocultamientos o simbolismos literarios para describirnos personajes o hechos quizás ya hayan pasado de moda. Creo que es por eso que se esta, no solo leyendo más, sino escribiendo muchísimo más. La oferta de nueva lectura, hoy en día, es fantástica. Y actual. Anímese, salga a buscar un nuevo libro.
Ser solitario es mi destino,
y como tal y sin mirar
reinicio el camino.
Con poco bagaje y sin pensar,
que tras vueltas y más vueltas
y mirando hacia el futuro
me acerca hasta la fuente
de la fantasía que es mi mente.
Fantasías de hoy y de siempre,
fantasías de aventuras y amor,
de pasión y dolor.
En fin, de toda una vida
que repito sin vergüenza,
aunque la razón me convenza
de que mi vida de andante
no tendrá un buen final.
Carmen Posadas. Montevideo1953. Reside en Madrid desde 1965. Autora de Cinco Moscas Azules, Nada Es Lo Que Parece, La Bella Otero, cuentos infantiles y guiones de televisión. Premio Planeta 1988.
Javier Sierra. Teruel 1971. Ha participado en programas de televisión y periodismo. Su pasión por los arcanos nos sumerge, con rigor histórico, en intrigas y secretos pretéritos. Autor de “La dama azul”, “Las puertas Templarias”.
Juan José Millás. Valencia 1946. Periodista y escritor, con un fuerte apego a la introspección psicológica. Colaborador de prensa y televisión. Doctor honoris causa por la Universidad de Turín. Autor de El jardín vacío, Volver a casa, La soledad era esto.