Una nueva andadura

Este viernes echaba a andar la nueva Corporación del Cabildo Insular de Lanzarote. Nada menos que el octavo mandato (no podemos contar el número de presidentes que ha habido, sobre todo por culpa del último, donde nada menos que siete personas se han sentado de forma oficial o transitoria en el sillón principal), nada menos que en un nuevo y polémico edificio.

La socialista Manuela Armas se ha hecho con justicia con el bastón de mando de la institución, la justicia que dan las urnas, puesto que fue la cabeza de lista más votada en los pasados comicios del 27 de mayo.

También es cierto que la distancia con sus perseguidores no fue excesiva. Es lo que ha provocado el actual empate a seis consejeros que existe entre el Partido Socialista Canario (PSC), el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y Coalición Canaria (CC).

Como adelantó este diario en su edición digital, multitud de autoridades insulares y regionales se dieron cita desde las 12:00 horas en el salón de plenos del Cabildo, donde el acto, al que asistió también numeroso público, comenzó con la configuración de la mesa de edad, tal y como establece el artículo 195 del Reglamento de las Corporaciones Locales, conformada curiosamente por los insularistas María José Docal, como la consejera de más edad -cosas de la vida, en 1991 entró como la consejera más joven del Cabildo-, y Fabián Martín, como el componente más joven del Pleno que se constituía.

El momento más esperado fue el de la entrega del bastón de mando, el paso de testigo entre Inés Rojas y Manuela Armas. Curiosamente, al margen de ideologías políticas, ambas políticas comparten muchas cosas. Su forma de ser, su estilo, su forma de actuar, de hablar, es muy similar. Por esa razón el acto estuvo cargado de exquisita y cortés gentileza, la que tienen dos auténticas señoras.

Manuela Armas dijo durante su discurso que la premisa principal durante la nueva legislatura será la de “recobrar la confianza ciudadana en la clase política”. “No son buenos tiempos para la credibilidad política”, aseguró durante su discurso de investidura. No podemos estar más de acuerdo con la nueva presidenta.

Esa es precisamente la clave de toda la historia. De lo que se trata en estos cuatro años es de hacer que los ciudadanos vuelvan a confiar en sus representantes públicos. Que se puedan olvidar del bochornoso espectáculo que se padeció en los años anteriores, que se vea que los políticos se dedican a trabajar y no a intrigar.

En su certero discurso, Manuela Armas subrayó que la nueva Corporación parte con una vocación de servicio público y aseveró que es indispensable modificar el actual modelo económico, sostenido exclusivamente en el monocultivo del turismo y el desarrollo paulatino de la construcción.

Tenemos que decir que estuvo muy atinada, como atinados estuvieron todos los grupos, incluyendo a Inés Rojas, quien subrayó algo que es cierto, la importante recuperación económica de la institución.

Hay que dar un voto de confianza a la nueva gestión, los ya famosos cien días de gracia. La suerte que ellos tengan es la suerte que tendrá Lanzarote. Nos jugamos mucho en esta historia, puesto que los tiempos que corren no son precisamente los mejores. Los vientos son absolutamente desfavorables, y necesitamos que nuestras instituciones estén gobernadas por políticos serios, honrados y trabajadores. Ánimo y suerte.