Una difícil relación de convivencia
A nadie que viva en esta parte del globo se le escapa las dificultades por las que ha pasado en no pocas ocasiones nuestra relación con el país vecino y no siempre amigo, Marruecos. Han sido muchos los asuntos que han puesto en el disparadero las relaciones entre España y el reino de Mohamed VI: pesca, inmigración, Sahara, agricultura, soberanía de aguas... Por ese motivo siempre que se traten temas en los que está involucrado Marruecos hay que tener cautela. Parece sin embargo que tras la visita de los empresarios de la Cámara de Comercio de Lanzarote a Agadir se abre una nueva ventana al optimismo, sobre todo al optimismo inversor. No hay que perder de vista nunca el hecho de que Canarias debe ser la gran plataforma de conexión social, comercial y económica entre Europa, África y América. Desaprovechar nuestra oportunidad, nuestra privilegiada para algunas cosas posición geográfica sería un desatino de dimensiones incomprensibles.
A pesar de todo, lo de Marruecos sigue teniendo puntos no demasiado claros. Como ya les avanzamos ayer en esta misma sección, el Grupo de Senadores de Coalición Canaria (CC) ha realizado una serie de preguntas sobre la relación de España con el país alauí y sobre la relación con el Archipiélago. Según la información facilitada por su Gabinete de Prensa, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, reconoció este miércoles al senador de CC por la isla de Tenerife, Ricardo Melchior Navarro, que el Reino de Marruecos se resiste desde hace 18 meses a convocar la novena reunión del grupo hispano-marroquí que estudia la delimitación de los espacios marítimos en la fachada atlántica. Esto resulta una auténtica novedad, puesto que hasta el momento el Gobierno socialista, y así lo parecía, ha vendido una imagen de magnífica relación con el reino de Mohamed VI, de absoluto entendimiento y cooperación. Resulta extraño, desde luego, y merece explicaciones más amplias de las ofrecidas en la Cámara Alta.
El titular del Ministerio de Asuntos Exteriores precisó al senador de CC que el último encuentro celebrado por dicho grupo se desarrolló el día 10 de octubre de 2005 “y conforme al principio de alternancia seguido hasta el momento, la Parte marroquí deberá convocar, tras consultas, la próxima reunión del grupo de trabajo”. Ricardo Melchior solicitó al ministro de Asuntos Exteriores que tome la iniciativa y se dirija al Reino de Marruecos para que convoque la próxima reunión, que deberá celebrarse en dicho país. Moratinos respondió al senador de CC que “tomará nota de su demanda” y planteará a Marruecos que realice dicha convocatoria “para seguir avanzando en los que temas que hemos abordado hasta ahora, como son la exploración de hidrocarburos, la contaminación marítima, la seguridad operacional, la seguridad marítima...”, temas, añadimos nosotros, que preocupan evidentemente a los ciudadanos de las Islas.
Melchior, que estuvo muy atinado durante su intervención, subrayó al ministro que la fijación de la mediana marítima entre el Reino de Marruecos y Canarias es una de las “principales demandas planteadas por el Archipiélago en lo que se refiere a las relaciones bilaterales con dicho país”. Por su parte, Moratinos destacó, al igual que ya lo hiciera el año pasado en el Senado el presidente del Gobierno, que “más allá de la fijación de fronteras, el principal objetivo que se persigue es la delimitación de responsabilidades”. Una tesis que no convence a CC, que exige que se cierre ya por la vía diplomática este contencioso.
Hace bien CC en insistir en este tipo de asuntos, puesto que cuestiones como el establecimiento de la mediana se van aparcando como si en realidad no sirvieran para nada, y sirven, como sirve sobre todo que Marruecos siga controlando la inmigración irregular como ha venido haciendo desde que el Partido Popular (PP) abandonó el Gobierno.