Un atinado acuerdo para los electores, y dudas con la lista regional
En este medio de comunicación siempre hemos defendido, en ésta y en otras etapas, lo injusto que resulta el actual sistema electoral canario, un mecanismo sin comparación posible con nada de lo que existe en la Unión Europea (UE), cuestión que formaciones como el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) no se cansaron de repetir durante los últimos procesos electorales.
Fue precisamente el PIL, partido contra el que parecía estar hecha la norma, el mejor ejemplo de lo injusto del sistema. En las elecciones locales y autonómicas de 1999 consiguió ser la segunda fuerza política más votada al Parlamento autonómico en Lanzarote, a muy pocos votos de Coalición Canaria (CC). Sin embargo, por ser un partido de ámbito insular, no ser la lista más votada y no superar el 30 por ciento de los votos emitidos en Lanzarote ni el 6 por ciento de todos los emitidos en Canarias se quedó sin representación, permitiendo que Partido Popular (PP), Partido Socialista Canario (PSC) y CC se beneficiaran del reparto de sus escaños.
En la presente legislatura se ha discutido amplio y tendido sobre este importante asunto, aunque los dos grandes partidos estatales, PP y PSOE, han tratado de desviar lo trascendental, evitando en la medida de sus posibilidades el debate sobre los topes electorales y centrando las discusiones en la imposición de una lista regional que terminaría definitivamente con la triple paridad, con el sistema que ofrece equilibrio entre islas capitalinas y no capitalinas para tener al menos un hemiciclo igualado en número. De los topes electorales prácticamente nadie hablaba, tal vez porque no interesaba.
Este lunes, para sorpresa de muchos, CC anunció que ha llegado a un acuerdo con el PSC sobre el nuevo sistema electoral, eliminando “el último escollo” para la aprobación de la reforma del Estatuto de Autonomía Canarias. En virtud del mismo, las dos fuerzas políticas aceptan que se rebajen las topes electorales, ya en las elecciones de mayo de 2007, pasándose del 6 por ciento al 3 por ciento en la circunscripción autonómica y del 30 por ciento al 15 por ciento en la insular para tener representación; en segundo lugar que se cree una lista autonómica; en tercer lugar, que sea una ley del Parlamento canario la que desarrolle el sistema electoral; y por último, como disposición transitoria que se mantenga el sistema actual hasta su renovación.
Nada más leer la noticia cualquiera de los defensores de la triple paridad se podría llevar las manos a la cabeza, entendiendo que CC podría haber echado por tierra el trabajo que han hecho en sus organizaciones insulares. Este diario se puso en contacto con el presidente de CC, Mario Pérez, quien quiso aclarar que en ningún caso su formación está aceptando y mucho menos defendiendo que se suprima el equilibrio parlamentario entre islas capitalinas y no capitalinas. Ahora bien, lo que su partido sí acepta es que si existe mayoría de dos tercios de la Cámara dispuesta a crear una ley para elaborar una lista autonómica se lleve el asunto a votación, asunto que en cualquier caso no sería efectivo para la presente legislatura ni se incluiría como tal en la reforma del Estatuto de Autonomía.
Por su parte, el presidente de CC, Paulino Rivero, manifestó que el acuerdo se produce porque para su partido “la prioridad es el autogobierno”, y aunque haya aspectos que no les gustan a los nacionalistas, consideran que “lo más importante es que Canarias mejore sus condiciones competenciales”.
Así, tras este acuerdo queda garantizado el reconocimiento del carácter ultraperiférico del Archipiélago, el reconocimiento de las aguas archipielágicas, la competencia en el transporte aéreo interurbano y la gestión de puertos y aeropuertos, avances en el control de la Sanidad Exterior, y el blindaje del Régimen Económico y Fiscal (REF).
Se podría decir, por tanto, que se trata de un acuerdo ventajoso para el conjunto del Archipiélago, que hace justicia, en lo que a los topes electorales se refiere, con una vieja reivindicación de los partidos insularistas.
CC propone que el número de diputados no será inferior a 60 ni superior a 76, que las circunscripciones electorales sean de ámbito autonómico o insular, y que en las insulares, como mínimo, El Hierro tendrá 3 escaños, 7 Fuerteventura (donde el PSC propone 8), 15 Gran Canaria, 4 La Gomera, 8 Lanzarote, 8 La Palma y 15 Tenerife. En la disposición transitoria se mantiene este reparto de diputados, que pertenece al sistema electoral vigente, pero ya se incluye la citada rebaja de los topes, que según el acuerdo será de aplicación en las próximas elecciones.
En todo caso, si realmente se atendiera a criterios poblacionales, el número de diputados de Lanzarote debería cambiar, aunque ese cambio podría producir un nuevo desequilibrio que complicaría aún más la situación actual.