Última hora del puerto

Aunque estamos en el Día de los Santos Inocentes, les podemos asegurar que la información que publicamos hoy relativa a las obras que va a realizar y que está realizando la Autoridad Portuaria de Las Palmas en el puerto de Los Mármoles no es una inocentada. Eso no quiere decir que entre todas las noticias que publicamos hoy no se pueda sacar una que es más falsa que la falsa moneda, esa que de mano en mano va.

El caso es que el Departamento de Proyectos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas aseguró este miércoles a Crónicas que las obras de rehabilitación de la Estación Marítima del puerto de Arrecife comenzarán el próximo mes de enero. Una vez concluida la intervención, que tiene un plazo de ejecución de cinco meses a un coste de 281.000 euros, el inmueble tendrá las condiciones para atender debidamente a los turistas que llegan a Lanzarote en trasatlánticos. La Estación Marítima, como describe este diario, estará dotada de un punto de información y contará con una sala de proyecciones, entre otras comodidades.

No siendo una inocentada, por tanto, se convierte en seguida en una gran noticia, puesto que estamos acostumbrados al vacío más absoluto en lo que a inversiones portuarias se refiere, estamos huérfanos de obras.

Como ya hemos sostenido en infinidad de ocasiones, cuesta creer que Lanzarote sea un puntal en el tráfico de cruceros. Cuesta creer que los barcos estén llegando en estos momentos al muelle de Los Mármoles y atraquen con una dificultad digna de cualquier prueba automovilística. Cuesta creer que llevemos años reclamando las mejoras oportunas en la zona y que no se haya hecho absolutamente nada desde la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

Por eso cuesta creer que se haya apagado el eco de la reivindicación que tendría que estar un día sí y otro también en los medios de obtener una autoridad portuaria propia. A este medio y a sus redactores no se les cansarán los dedos a la hora de escribir cualquier tipo de noticia o artículo de opinión vinculado con este asunto, sobre todo después de que hasta el presidente del organismo, Emilio Mayoral, dijera estar de acuerdo con el tema. Eso sí, con la boca pequeña al estilo Luis Hernández y hablando de la sempiterna duda de la rentabilidad económica.

Es raro, pero a nadie debería extrañar que se estén intentando desarrollar iniciativas como la que promueve la Cámara de Comercio de Lanzarote que preside Eduardo Spínola para lograr la autonomía de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, la misma que año tras año se olvida de las notables carencias que tiene nuestro puerto.

La estampa que se dibuja cada semana en el perfil de nuestro litoral refleja claramente esta cuestión. Enormes cruceros cargados de pasajeros se amontonan en un estrecho y vetusto muelle que ni de lejos reúne las condiciones adecuadas para que atraque tanta embarcación. Qué decir del resto de las instalaciones, qué decir de las deficiencias que los consignatarios del puerto con Tomás Fajardo a la cabeza están cansados de denunciar, qué decir incluso de la nula recepción que se hace a los turistas que no tienen excursión contratada.

El puerto de Arrecife, como este medio ha sostenido en infinidad de ocasiones, es un lugar absolutamente dejado de la mano de Dios a lo largo de los años que ha sido un foco constante de conflicto, hasta el punto de que se ha planteado muy seriamente por parte de diferentes asociaciones y partidos políticos solicitar su independencia que es tan factible como fue en su día la de distintos puertos de la geografía española con muchas menos necesidades y con mucho menos tráfico que el nuestro, como el de Motril o el de Avilés.

A pesar de todo, existe un pequeño hueco abierto a la esperanza después del relevo en la presidencia de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, después de la sustitución de José Manuel Arnáiz por Emilio Mayoral. De hecho, en el primer encuentro del Consejo de Administración después de las vacaciones de verano se aprobaron cuestiones fundamentales para el desarrollo portuario, cuestiones, también hay que decirlo, que en su mayoría han sido impulsadas desde el Ayuntamiento capitalino que preside María Isabel Déniz. No así ocurrió en la última reunión que se celebró el pasado viernes, donde sólo se llevó un punto referente a Lanzarote.