¿Reparto justo?

El Gobierno central, ya lo adelantó también este diario en su edición digital del martes, ha autorizado un total de seis licencias a los atuneros de la isla de Lanzarote de las 25 que repartidas en todo el Archipiélago, en base al acuerdo alcanzado entre la Unión Europea (UE) y Marruecos para que los pescadores españoles vuelvan, a partir de junio, a faenar en aguas del caladero canario-saharaui.

Hay que señalar que en principio no parece que se pueda discutir nada a Madrid, que no hay nada que reprochar al casi siempre cicatero Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Y decimos lo de “en principio” porque en Lanzarote estamos curados de espanto, y como perros apaleados que hemos sido preferimos guardar cierta cautela cuando se trata de concesiones.

Sin embargo, el optimismo y la alegría que reflejaba el consejero de Pesca del Cabildo, Marcos Páez, cuando habló con esta redacción, nos llevan a pensar que esta vez sí que se han hecho las cosas como se tienen que hacer. De hecho, parece que sólo dos atuneros se han quedado fuera del reparto, lo que en ningún caso, y nos referimos a sus armadores, puede servir de consuelo.

Ha sido mucho el dinero y mucha la ilusión que se ha puesto en este nuevo intento por recuperar parte del glorioso pasado del sector que movió y movilizó la economía de la Isla. Por eso eran muchas las ganas de ver que finalmente todo se concretaba en un documento imposible de echarlo a volar.

Si se cumple lo previsto, en breve todos estos barcos podrán regresar al banco canario-sahariano, cuyo nombre ya da una pista de su origen y procedencia. Ahora es Marruecos, por la permisividad del Gobierno español y el absoluto pasotismo de la UE, el que controla esta importante zona de explotación pesquera. Por tanto, debe ser con Marruecos con quien se consigan los avances, aunque sea de uno en uno y sin grandes posibilidades de enriquecimiento rápido.

En cuanto a los intereses generales del sector en Canarias, Páez adelantó que en la maratoniana jornada celebrada durante cuatro horas en la sede de la Secretaría General de Pesca, en Madrid, el Archipiélago fue una de las comunidades más beneficiadas, casi tanto como Andalucía. Es otra circunstancia de la que hay que alegrarse, porque no sólo hace falta recuperar el sector en Lanzarote; el resto de islas también necesitan un empuje, y este parece que es el camino adecuado.