No se puede echar la culpa siempre a los medios

Ya sabrán los lectores que están más puestos en esto de la información, sobre todo aquellos que consultaran nuestra edición digital (www.cronicasdelanzarote.es) o cualquier otro diario digital de los pocos buenos que hay en el Archipiélago, que Antonio Castro Cordobez, vicepresidente de Coalición Canaria (CC) y consejero de Vivienda e Infraestructuras del Gobierno de Canarias, dijo este viernes digo donde antes había dicho Diego. Lo malo es que este veterano político -el que más tiempo lleva en activo en distintos cargos de la Administración autonómica- volvió a echar mano del socorrido discurso de que se malinterpretó lo que había dicho. Sin que sepamos exactamente lo que comentó en la emisora de Tenerife en la que hizo las declaraciones, no tenemos por qué poner en duda que tanto ellos como los compañeros que trabajan en las agencias de noticias que recogieron las declaraciones no se inventaron nada.

Lo que está claro, después de que un político tan veterano como él ha tenido que rectificar, ha tenido que decir que él no dijo que su compañero Adán Martín no debería ser el candidato de CC a la presidencia del Gobierno, es que en la formación que preside Paulino Rivero no ha sentado demasiado bien que se hicieran esas manifestaciones, sobre todo cuando toda la atención negativa se centraba en el Partido Socialista Canario (PSC) a cuenta del desplante hecho por la Federal y por José Blanco al secretario general, Juan Carlos Alemán.

Lo de Castro Cordobez, como lo de José Blanco, ha sido una metedura de pata en toda regla, impropia de alguien de su experiencia. Sin embargo, de su discurso, del que sí que reconoce que dijo, subyace un mensaje importante: hay gente en CC que quiere que el candidato no sea de Gran Canaria o de Tenerife, o al menos gente que quiere que se discuta la posibilidad de que sea de otra isla. Como ocurre siempre en los grandes partidos, las voces de estas personas se acallarán con el peso aplastante de la lógica matemática, y es que siempre contarán para ellos más los votos de las dos islas capitalinas que los de las otras islas.

Al margen del análisis político, habría que pedirle a Antonio Castro Cordobez, como al resto de políticos que usan este viejo truco, que no culpe a la prensa de sus deslices, que sea valiente y que reconozca que se ha confundido, o que no quería decir lo que dijo. Lo de la mala interpretación de los periodistas es un cuento que ya está muy visto.