Otro golpe al honor de los lanzaroteños
Este viernes (en la prensa no sabemos cómo definirlo, pero los viernes suele ser el día de la máxima acumulación de noticias) la actualidad golpeó con dureza el honor de todos los lanzaroteños. Dicho así, mucha gente se podría imaginar que la cosa es más grave de lo que es. Sin alarmismos, la información sobre la aparición de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) por la que se anula el decreto de creación de cámaras de comercio insulares -concretamente la de Lanzarote, e inmediatamente después la de Fuerteventura- supone un puñetazo en el estómago de nuestras mínimas conquistas. De momento, el desconcierto entre los empresarios lanzaroteño es total y absoluto. Tanto es así que el secretario de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lanzarote, Manuel Poyato, aseguró este viernes a Crónicas que la entidad insular “desconocía por completo” el fallo dictado el pasado jueves por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y que da la razón al Consejo Superior de Cámaras de Comercio y declara nulo el Decreto Regional, por el que se han creado las cámaras insulares de Lanzarote y Fuerteventura. Es normal, ¿quién se iba a imaginar que cuando todo el mundo se felicitaba por que las islas no capitalinas hubieran adquirido cierta independencia, cuando incluso en las islas capital de provincia se decía con la boca pequeña que no se necesitaba de las otras islas para que sus cámaras funcionaran, por detrás se estuviera preparando una encerrona de estas características.
Hay que señalar, velando por la justicia informativa que predicamos en este diario como quien predica en el desierto, que la noticia salió a la luz tras ser publicada en la edición digital del periódico Canarias 7 a primera hora de la tarde. A pesar de la confirmación oficial y de que no haya ninguna duda sobre la veracidad de la información, Manuel Poyato indicó a Crónicas que hasta la fecha la Cámara insular “no ha recibido ninguna notificación oficial” de la sentencia del alto tribunal canario. De ahí, que la organización lanzaroteña no haya previsto ningún encuentro inmediato para analizar el nuevo panorama que se abre para la institución. No obstante, y esto lo añadimos nosotros, ese encuentro se tendrá que producir y la reacción se tendrá que dar, porque evidentemente el asunto no va a quedar así.
El fallo dictado por el TSJC responde a un recurso contencioso-administrativo interpuesto por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, que integran las 86 Cámaras de Comercio que existen en España, y es recurrible ante el Supremo. Sin embargo, cualquiera que piense un poco se da cuenta de quién está detrás de esta historia. No puede ser otro que el conglomerado empresaria que dirige desde Las Palmas un viejo conocido de la vida política y social de las Islas, José Manuel Suárez Gil, quien era presidente de la Cámara de Comercio cuando era provincial.
Imaginamos que nuestros políticos habrán tomado nota de la situación que se ha creado, y estarán trabajando ya para que el tema no quede ahí. Como escribió alguien en nuestro foro de opinión de la red, donde se recibieron numerosos mensajes de indignación, “es lamentable que para una vez que Lanzarote consigue un logro tan importante como es independizarse del yugo explotador de Las Palmas lleguen ahora con este cuento, cuando la Ley de Cámaras la aprobó un órgano tan soberano como el Parlamento de todos los canarios”.
Efectivamente, fue el Parlamento de Canarias quien dio luz verde a algo tan importante como es la independencia cameral. Deberán ser el Parlamento de Canarias y el propio Gobierno regional los que peleen para que no se salgan con la suya los de siempre.