Más ayuda para el Archipiélago en la lucha contra la inmigración irregular
A pesar del parón por las elecciones y por la celebración del Día de Canarias, la actividad política sigue. Especialmente en Madrid. Este miércoles el senador de CC por la isla de El Hierro, Félix Ayala Fonte, solicitó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que exija a la Unión Europea (UE) la “permanencia constante” de los medios de la Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores (Frontex) en aguas cercanas al archipiélago canario. Sigue habiendo dudas en el trato que se da a este asunto desde Madrid, y no es para menos. El senador de CC indicó con notable acierto que “la operación del Frontex se encuentra actualmente en vigor frente a las costas de Senegal, Mauritania y Cabo Verde, pero su periodo de vigencia finaliza el 29 de junio del año 2007, y nosotros demandamos que este despliegue de medios europeos actúe de manera permanente y no a través de acciones intermitentes”.
Por su parte, el ministro del Interior respondió al senador de CC que “Frontex va a trabajar con España para combatir el fenómeno de la inmigración ilegal en las costas africanas en una operación diseñada en tres fases, cada una de las cuales tendrá una duración de ocho semanas, y se prolongará hasta el próximo mes de noviembre”. Tendremos que creerlo, aunque hasta el momento hay motivos para que en Canarias nos mantengamos bastante escépticos.
Desde comienzos de la década de los noventa, que fue cuando comenzó este fenómeno en las Islas, se han ido sucediendo distintos gobiernos, primero los dos del Partido Popular (PP) con José María Aznar al frente y ahora uno socialista con José Luis Rodríguez Zapatero. Ni en una etapa ni en otra se ha hecho absolutamente nada (no al menos algo efectivo) para impedir que sigan llegando seres humanos a esta parte de Europa para intentar hallar una vida mejor a la que tienen en sus lugares de origen.
Lanzarote tampoco se ha librado de este fenómeno. Y decimos fenómeno y no lacra porque los inmigrantes no tienen la culpa de lo que sucede. Ellos lo único que hacen es arriesgar su vida por encontrar un mundo mejor, algo distinto a lo que dejan atrás, que en la mayoría de los casos suele estar marcado por el hambre, las pocas oportunidades y la falta absoluta de libertad. A pesar de esta circunstancia, no se puede seguir permitiendo que la gente venga a Canarias como única solución a sus problemas. En no pocas ocasiones se ha demostrado que nuestra capacidad de carga y de acogida es limitada, y que en el momento en el que se saturan los servicios se tienen que recurrir a métodos tan singulares como son los de enviar a la gente en avión a otras comunidades autónomas.
Lo bueno que tuvieron las elecciones es que el ministro del Interior estuvo aquí para ver el problema, estuvo en Canarias para comprobar cómo golpea este tremendo ir y venir de personas, un problema que ni él ni ninguno de sus antecesores ha sabido resolver. No estaría de más que hubiera tomado buena nota de lo sucedido y se estuviera en estos momentos aplicando seriamente en su despacho de Madrid para encontrar alguna solución al problema.
Mucho nos tememos que no será así, y que nuestros gobernantes seguirán más pendientes de salir en las fotos y de hacer campaña que de resolver los problemas cotidianos.
Curiosamente, está tan asumido en Canarias el tema de la inmigración que cuando se publica una noticia se percibe el escaso interés del lector. Especialmente se detecta en la edición digital, donde las noticias que tienen que ver con la llegada de inmigrantes irregulares son las menos visitadas. ¿Quiere decir esto que a los canarios no les preocupa que siga llegando gente? No, quiere decir que están cansados de leer un día sí y otro también lo mismo.