Otro lío en Alternativa, más líos para la política de partido
Este viernes Alternativa Ciudadana (AC-25M) se volvió a convertir en noticia al divulgarse un boletín-panfleto en el que el grupo de trabajo del Cabildo que coordina el nada convencional Pedro Hernández pone de manifiesto sin riesgo a la duda la división política en dos corrientes perfectamente identificadas de la que todo el mundo tenía noticia hace tiempo.
Lo más grave del asunto no es que se hable de una división que todo el mundo conoce, lo más grave es que se apunte con el dedo acusador a gente como Andrés Barreto o María Emilia Morales, a quienes, junto a otros compañeros como Ginés Quintana, se les acusa de haber querido boicotear la última asamblea, de querer convertirse en un apéndice del Partido Socialista, de ocultar cuestiones que podrían ser sospechosas de otras muchas cuestiones, lo que desde luego no habla demasiado bien de la formación y de sus integrantes.
Con este boletín-panfleto, distribuido bajo el curioso título de “El debate silenciado”, está claro que ha estallado la guerra definitiva en Alternativa a pocos meses de que se celebren unas decisivas elecciones locales.
Por mucho que algunos de sus integrantes han luchado para evitarlo, por mucho que se ha tratado de ocultar una situación que podría hacerles perder credibilidad entre aquellos ciudadanos que confiaban en que caminaban en alambres diferentes al resto, Alternativa es ya una formación que tampoco se ha librado de los tremendos avatares internos que han hecho tambalear la política local en la presente legislatura. Coalición Canaria (CC) tuvo los terribles problemas que desembocaron en la fractura en dos mitades, con la separación definitiva del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL); el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) tuvo un tremendo cisma que concluyó como el rosario de la aurora y con la salida de la mayoría de los cargos públicos y orgánicos de la formación, que luego ingresaron en CC; el Partido Popular (PP) tuvo un terremoto interno que terminó con la dimisión de su presidente insular, Alejandro Díaz, la marcha de gran parte de sus jóvenes valores y la creación de una gestora que iba a ser transitoria y que sin embargo se va a perpetuar hasta las elecciones; el Partido Socialista Canario (PSC), el que parecía estar más fuerte de todos y al margen de las carajeras internas que padecían los demás, está sumido en un terrible problema provocado tras la disolución de su Comité Local más fuerte, el de Arrecife, y tiene por delante la difícil tarea de resolver los muchos problemas que van a plantear todos aquellos que no están de acuerdo con las imposiciones que llegan de la Federal y de la Regional del partido... Este es el panorama político que se padece en Lanzarote, y Alternativa, como se refleja en este texto distribuido suponemos que con toda la intención del mundo, no se ha escapado.
No es extraño que crezca cada día más un sentimiento de pasotismo moderado entre unos ciudadanos que están hartos de los políticos que teóricamente les representan, no es extraño que elección tras elección sea mayor el número de abstencionistas. Lo difícil va a ser a partir de ahora darle la vuelta a una tortilla quemada y pegada a la sartén, una compleja tarea que le tocará a las nuevas generaciones, a las que sus mayores se lo están poniendo muy feo. No hace demasiados años ser político, llegar a ocupar un cargo público, era algo que se miraba con respeto y admiración. Ahora es todo lo contrario, ahora todo lo que tiene que ver con política se mira con recelo.
Por lo que respecta a Alternativa son muchas las dudas que quedan en el aire: ¿cómo acabará todo, habrá reconciliación, triunfará el debate, habrá unidad de cara a las elecciones o asistiremos a la creación de otros dos nuevos partidos? Habrá que esperar con la paciencia que ya no tiene casi nadie.