La semana de las dimisiones

Si la semana pasada estuvo marcada por las notables y numerosas convulsiones políticas dentro y fuera de algunos partidos de la Isla -Partido Socialista Canario (PSC) y Alternativa Ciudadana (AC-25M) principalmente-, esta semana se cierra siendo la de las dimisiones políticas. Primero se produjo la del concejal socialista Oscar Torres, que se marchaba cansado y decepcionado por la marcha de los acontecimientos políticos que había determinado su propio partido, con unas decisiones adoptadas en Arrecife que ni él ni muchos que piensan como él entienden y comparten. Luego se produjo la dimisión de sus compañeros como concejales integrantes del grupo de gobierno que coordina María Isabel Déniz, una dimisión que se produjo a regañadientes porque ellos saben y el resto de la sociedad sabe que no tiene nada que ver con cuestiones de funcionamiento interno de la Corporación. Ha sido, como definió a primera hora de la mañana de este viernes María Isabel Déniz en el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio, una cuestión de estrategia política que además, para más inri, viene determinada desde fuera de Lanzarote. Este viernes por la mañana le tocó el turno a José Carlos Rojas, el portavoz del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Yaiza, quien su dimisión como concejal, alegando, como ya había expuesto recientemente en este mismo diario, serias discrepancias con la dirección de su partido. De hecho, en declaraciones hechas en el programa “El Chinchorro” de Canal (L) aseguró que no se trata de una decisión tomada de un día para otro, sino que viene provocada por el desencanto, el cansancio y la desilusión que le ha provocado la situación de interinidad de su partido y la toma de decisiones a sus espaldas.

No es casualidad que Lanzarote está sufriendo una inquietante oleada de deserciones de la política. En esta legislatura se ha tocado fondo. Peor no se puede hacer. Los políticos sienten en sus cogotes el aliento de la decepción de los ciudadanos, que están cansados de ver como una y otra vez se vulneran los principios básicos que deberían regir la ética política.

A pesar de todo, tanto Oscar Torres como José Carlos Rojas han dado un importante ejemplo que por extraño sorprende. En lugar de aferrarse a su cargo como se ha visto tradicionalmente que hace todo el mundo, se han marchado con la cabeza alta y entregando el acta a quien consideran que merece tenerla, que no son otros que sus respectivos partidos políticos. A ambos políticos, por tanto, habría que felicitarlos, independientemente de que se esté o no se esté de acuerdo con los razonamientos que cada uno ha hecho para marcharse.

En el caso de Rojas, eso sí, parece evidente que no le quedaba otra salida, después de que la gestora que preside María Dolores Luzardo haya hecho cosas tan graves como elegir a la cabeza de lista en Yaiza sin contar con su portavoz en el Ayuntamiento y sin contar con su Comité Local.

Esperemos que el resto de la legislatura sea algo más tranquilo y que impere algo la cordura, si es que todavía la hay entre nuestra pobre y depauperada clase política.