Isla de piratas

Años atrás, fue un periódico sueco el que no quiso hacerse el sueco, si se nos permite y disculpa el fácil y elemental juego de palabras, ante la escandalosa realidad social de Canarias, un archipiélago que la citada publicación extranjera calificaba como un auténtico "nido de ratas" (la cita es literal, tal cual) en su llamativo titular. En conclusión, nada nuevo bajo el radiante sol canario. Ni era aquélla la primera vez ni iba a ser la última que se producía algo similar. Y, una vez más, los más hipócritas del lugar se echaban las manos a la cabeza y hablaban de una nueva y maligna campaña de desprestigio contra los sagrados intereses turísticos isleños. El chiste no es malo, de acuerdo, pero ya cansa escucharlo, de puro repetido.

A mediados del verano de 2001, otra publicación extranjera de origen alemán se dedicó, por su cuenta y riesgo, a aconsejar a los teutones turistas potenciales que no viajaran a Lanzarote ni locos ni borrachos ni hartos de marihuana, porque aquí existe -decían textualmente- "un índice de criminalidad y anarquía no visto en el resto de Europa".

No contentos con tamaño titular sensacionalista, los autores del reportaje de marras añadían, también textualmente, que "Lanzarote se hunde en la criminalidad, que cada semana empeora y aumenta. El caos se ha adueñado de la situación y nadie hace nada por impedirlo. (...) Los turistas son el principal objetivo de los delincuentes. Robos en el interior de los vehículos, en apartamentos, hoteles, tiendas... La Policía mira para otro lado y nadie ayuda al turista, al que le estropean su mejor época del año: las vacaciones. Quienes salen a hacer compras en la tarde noche se exponen a un peligro permanente porque existen bandas que se han especializado en atracar turistas. No hay protección. La Policía y la Justicia están desbordadas, y los criminales hacen lo que quieren. Y a los políticos sólo les interesa hacer dinero a costa del turismo, pero no hacen nada para velar por su seguridad. (...) Lanzarote es una isla de piratas, con leyes de piratas y cero en protección. Resulta grotesco que sólo a unos metros de donde se producen los atracos estén más de diez policías controlando coches mal aparcados, pero sin ver que los atracos se producen junto a ellos. Esta isla es la de más riesgo de todas las Canarias. No esperen unas vacaciones sin preocupaciones. Piénsenlo bien si realmente quiere visitar Lanzarote. (...) No viajen a Lanzarote. Búsquense otro destino donde estén más seguros".

Como han podido leer, estamos ante toda una larga lista o ristra de injurias, calumnias, difamaciones y mentiras. La verdadera imagen de Lanzarote no es, ni muchísimo menos, parecida a la que retrataba tiempo atrás la citada revista alemana. La verdadera imagen de Lanzarote es, desde luego, muchísimo mejor... sobre todo si la vemos con ojos hipócritas y si nos fastidia que la evidencia nos la digan a la cara alguien venido de fuera.

Por cierto, si no existe esa inseguridad, esa delincuencia y ese altísimo índice de criminalidad en Lanzarote, ya se nos dirá entonces a cuenta de qué motivo se dedican después a tirarse los trastos a la cabeza las distintas autoridades o los miembros de diferentes partidos desde que asoma, allá por el horizonte, una nueva cita electoral. Mientras tirios y troyanos se acusan de manifiesta incompetencia (y a lo peor llevan tanta razón tanto los unos como los otros), nadie mueve un dedo por intentar paliar al menos esa pésima situación social que ya se están encargando de reflejar muchísimos medios de comunicación de los principales países desde donde, pese a todo, nos siguen llegando turistas a Lanzarote... aunque también la crisis del sector asoma cada dos por tres esas orejitas que tanto nos asustan a todos. Parece que viene el lobo...