Importantes reacciones

Este lunes se produjeron las primeras reacciones por la sorprendente decisión del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) de anular el decreto por el que se aprobó en su día la Ley de Cámaras de Canarias, lo que permitió en definitiva que se crearan las cámaras insulares. Contundente y atinada fue sin duda la respuesta de la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, quien anunció en el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio que ya había hablado con la consejera de Industria del Gobierno canario, Marisa Zamora, y ésta le había confirmado que se va a presentar un recurso en el Tribunal Supremo.

Esperemos que esta vez el Gobierno canario no se duerma en los laureles y haga trabajar en condiciones a sus servicios jurídicos, porque no es una broma lo que está pasando.

Sorprendente, aunque comprensible, es el mutismo que existe en la dirección de la Cámara, donde su presidente, Eduardo Spínola, ha decidido que nadie haga manifestaciones a la prensa hasta que el asunto esté un poco más claro. Nadie duda de que el golpe ha sido duro y les ha cogido con el pie cambiado. Aquí tampoco dudamos de que ya se está trabajando para arreglar el desaguisado cuyo origen todos conocemos bien.

Dos representantes de la Cámara de Comercio de Lanzarote estarán presentes hoy en la asamblea de cámaras, lugar desde el que en teoría -esto de la teoría tiene su explicación que ya daremos más adelante- se inició el sigiloso proceso judicial. Es probable que vuelvan con las manos vacías. También es probable que entre todos tengamos que pelear para que no se pierda un logro tan importante, a ser posible sin poner interesadas zancadillas. Está muy feo alegrarse del mal ajeno cuando es una sociedad entera la que se ve afectada en su orgullo.